La Asamblea Nacional es el primer Órgano del Estado y aunque su actual junta directiva la ha convertido en un “open bar” con Macallan 18 años incluido, en medio de la crisis social que nos agobia, los más parcos y menos propositivos han sido los diputados de casi todas las bancadas políticas.
¡Se han escondido!
Pero ellos tienen mucho que decir y ahorrar porque manejan un presupuesto que se ha multiplicado, gozan de exoneraciones, controlan planillas “cash back” y en la administración pública son como un agujero negro que nadie sabe lo que tienen asignado.
Hasta el momento solo han nombrado una comisión investigadora y no se ha visto que estén dispuestos a recortarse los gastos y dejar los privilegios como buenos padres de la patria.
De seguro el punto de la lucha contra la corrupción y la rendición de cuentas en el diálogo de Penonomé será uno de los más polémicos y si hay un Órgano del Estado que debe ser podado y recortado en sus fondos es la Asamblea Nacional, porque esos señores se creen faraones que están por encima de la ley y de la Constitución.