La situación del empleo en Panamá dio un giro preocupante: las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) revelan que cada vez más panameños se quedan sin trabajo y, aquellos que lo tienen, se ven obligados a laborar en condiciones informales.
Según el informe de octubre de 2024, la tasa de desempleo llegó al 9.5%, un aumento notable frente al 7.4% registrado en agosto del año anterior. En números, ahora hay 202,609 desempleados, casi 47 mil más que antes. Esta realidad golpea fuerte a las familias, que ven cómo las oportunidades formales se esfuman.
Pero el problema no es solo la falta de empleo, sino la calidad del que queda. La informalidad, esa “zona gris” en la que no se paga seguro ni se garantizan derechos, se disparó, afectando a 771,603 personas. De cada 100 trabajadores, 49 están atrapados en la informalidad. Los hombres son los más perjudicados, con la mitad de ellos en este tipo de trabajo, aunque las mujeres no se quedan muy atrás (48.4%).
Mientras el desempleo crece y la informalidad gana terreno, miles de panameños se preguntan: ¿cuándo llegará la oportunidad de contar con un empleo decente y seguro?