Tras el violento choque entre obreros de la construcción y la Policía Nacional en la avenida Balboa, el pasado 12 de febrero, el defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, recordó que la protesta pacífica es un derecho, pero insistió en que las manifestaciones deben ejercerse sin violencia ni daños a la propiedad.
Leblanc resaltó que grandes logros históricos, como la independencia de países o la lucha contra el apartheid, fueron alcanzados por protestas pacíficas, y que la población panameña conserva esa herramienta para exigir derechos. Sin embargo, subrayó que quienes abusan de la protesta, utilizando piedras, palos y provocando lesiones, pueden enfrentar responsabilidades administrativas o judiciales.
![Defensor del Pueblo pide moderar la protesta y evitar abusos](https://midiario.com/resizer/v2/4APUQPXN7ZDGLJP3BZRJS5FKEY.jpg?auth=543e79b7e390b50c559a19640ce54c7548deaaeba8ab2d64440e62c86ea49228&width=1200)
El defensor del Pueblo aseguró que su equipo estuvo presente tanto en la protesta como en la sede de la Policía en Ancón, donde se verificó la situación de los detenidos. Hizo un llamado para que se garantice a los aprehendidos el acceso a abogados y para que se identifique a quienes no estaban involucrados. Además, recomendó reactivar la “policía medidora” para prevenir enfrentamientos.
Crisis migratoria en la frontera
En cuanto a la situación de los migrantes que quedaron varados en la frontera con Costa Rica tras no poder ingresar a Estados Unidos, Leblanc explicó que en el lado tico existe una infraestructura de acogida, mientras que en Panamá se deben habilitar espacios de retorno. Recalcó que transportar migrantes de manera particular puede acarrear consecuencias legales, pues el flujo migratorio debe ser controlado.