En medio de un rescate desesperado, entre el miedo y la incertidumbre, una mirada tímida pero llena de esperanza brillante en la oscuridad. No era la de un migrante, sino la de un pitbull de pelaje gris azulado, que hasta ese momento solo había conocido el abandono y la soledad.
Durante un operativo en Santa Fe, sector San Cristóbal, en Darién, unidades del Senafront irrumpieron en una vivienda donde 22 migrantes eran retenidos contra su voluntad. Pero entre la penumbra y el caos, encontraron a Dala Blue, un pitbull acurrucada en un rincón, aterrada y en silencio.
Se presume que los delincuentes la usaban como una guardiana involuntaria , pero la nobleza del animal quedó en evidencia cuando un uniformado se le acercó. No atacó, no gruñó, no mordió... solo bajó la cabeza en señal de sumisión y movió la cola con suavidad.
Desde aquel día, Dala Blue ha sido acogida en el Batallón General José de Fábrega, donde ha recibido cuidados, alimento y el cariño de los agentes. Sin embargo, su historia aún no tiene un final feliz.
Senafront no puede quedarse con ella y ahora busca desesperadamente una familia que le brinde el amor y la estabilidad que nunca tuvo.
Dala Blue necesita un hogar donde nadie la use como herramienta, sino que la ame como parte de la familia. Un lugar donde pueda correr sin miedo a la sirena de una patrulla y, por primera vez en su vida, sentirse realmente en casa.
¿LA AYUDAMOS A ENCONTRAR SU FINAL FELIZ? Si estás interesado en adoptarla, comunícate con Senafront y dale a Dala Blue la oportunidad de una nueva vida.