Un grupo de más de 2 mil 800 productores de maíz en la provincia de Los Santos se reunieron este lunes 30 de diciembre para expresar su profunda preocupación por la situación financiera que enfrenta la comunidad agrícola. Con una deuda acumulada de cerca de $8 millones por cosechas anteriores, los agricultores temen que la cosecha de 2025 pueda retrasarse, afectando tanto su sustento como la producción nacional.
Valentín Domínguez, presidente de los productores de maíz en Los Santos, explicó que la falta de fondos ha impedido que los agricultores preparen adecuadamente sus tierras para el próximo ciclo de siembra. “La situación es tensa y se nos adeuda mucho dinero. Estamos pagando poco a poco, pero el monto es grande y afecta nuestra capacidad para prepararnos para el próximo año,” afirmó Domínguez.
Ante esta crisis, los productores han solicitado una reunión urgente con el ministro de Desarrollo Agropecuario para discutir posibles soluciones que les permitan regularizar sus deudas y asegurar la continuidad de la producción. “Necesitamos que el Gobierno nos brinde el apoyo necesario para poder seguir adelante y mantener la producción de maíz, que es fundamental para nuestra economía local,” declaró uno de los agricultores presentes.
Los Santos es la principal región productora de maíz en Panamá, y cualquier retraso en su cosecha tendría un impacto directo en la disponibilidad y los precios de este cereal a nivel nacional. La falta de una respuesta oportuna podría también afectar a otros sectores relacionados, como la distribución y el comercio.
Sin una solución inmediata a las deudas pendientes, los productores temen que la falta de recursos financieros pueda llevar a una reducción significativa en la producción de maíz en 2025. Esto no solo afectaría a los agricultores, sino también a toda la cadena de suministro y a los consumidores finales.
Los agricultores de Los Santos hacen un llamado a las autoridades para que tomen medidas urgentes que les permitan regularizar sus deudas y garantizar la preparación de sus tierras para la próxima cosecha. La comunidad agrícola espera una pronta respuesta que les permita continuar con su trabajo y contribuir al desarrollo económico del país.