El presidente de la República, Laurentino Cortizo, instaló este jueves, 14 de julio, una mesa de conversación en la Ciudad del Saber a la que llamó “Diálogo por Panamá”, instando a los actores a dejar de lado las dobles agendas y concentrarse en buscar la verdad.
Durante su discurso, el mandatario denunció que hay algunos políticos infiltrados en el movimiento que exige la rebaja de precios ”contaminando” a las agrupaciones.
“Soy tolerante, pero se hasta donde llegar. Hay algunos políticos infiltrados en estos movimientos que son buenos, pero los están contaminando con malas intenciones”, afirmó.
Cortizo explicó además que escogió a la Iglesia Católica como facilitadora en este proceso de diálogo porque según él es la institución con la más alta credibilidad en Panamá.
“No tengo duda que con el diálogo sincero sin doble agenda, podemos seguir avanzando y corrigiendo lo que hay que corregir, pero tiene que ser sincero. Este diálogo debe servir para que emane la verdad, recalcar que somos solidarios y que nos necesitamos para ayudarnos. Las puertas de este diálogo están abiertas a todos. porque las puertas de la patria no se le cierran a nadie”, expresó.
Señaló que entendía perfectamente lo que se estaba atravesando y que eso no era solo en Panamá, sino en el mundo entero.
“En 36 meses de administración, llevamos 28 meses enfrentando lo que yo le llamo la tormenta de tormentas: una pandemia. Y, estamos ahora mismo, enfrentando las consecuencias de la guerra en Ucrania... Aprovecho además, para solicitar de manera respetuosa y humilde, que se permita el libre tránsito. Las protestas son parte de la democracia, pero que no nos perjudiquen a nosotros mismos”, acotó.
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Más temprano la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof), la Alianza Pueblo Unido por la Vida, la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo) y el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), manifestaron que no asistirían a esta mesa debido a que consideran que ha habido precondiciones para el diálogo por parte del Gobierno.
Además ambas alianzas se negaron a que la Iglesia católica fuera la facilitadora o mediadora del diálogo.
