El título de este escrito de opinión es mi reacción ante la noticia de Mi Diario que dice: “Panamá seguirá enfrentando la situación de contratos suspendidos a causa de la pandemia”.
¡Qué fácil culpar a la pandemia! Recuerdo hace años cuando las computadoras apenas comenzaban a incursionar en nuestras vidas que alguien culpó un error a “la computadora”. Ya no recuerdo quién, pero el asunto es lo ridículo de culpar a una computadora o a un virus. Como me dijo alguien en su momento respecto a las computadoras: “Si les metes basura, te devuelven basura”.
Autoridades
¿Será que las “autoridades” no entendían que si paralizas la actividad económica iban a crear un problema mucho mayor que la covid- 19? Sí, las muertes son sumamente tristes, pero todas las enfermedades resultan en muertes, lo mismo que los cientos de personas que mueren y salen lisiadas todos los años por accidentes de tránsito y, frente a ello, ¿por qué no cerrar todas las calles? No, lo que deben hacer es ver que se cumplan las normas de tránsito o de transitar. ¿La ATTT hace su trabajo?
De igual manera, frente a la pandemia tenían que dar recomendaciones a la ciudadanía de cómo comportarse; sobre la manera de evitar el contagio y el contagiar. Pero nooo, ya que, según los “expertos”, el pueblo está compuesto por burritos que no saben comportarse. ¡Ajá!, y el gobierno, que supone ser autoridad, es decir, quien escribe el libro, ¿sí vas a poder arrear el rebaño ciudadano a punto de evitar contagios? Si los gobiernos no pueden manejar la CSS, o peor, prefieren dedicarse a saquearla; no pueden manejar el tránsito, sino usarlo como instrumento de coimas y corrupción; si no pueden hacer todo lo demás que pretenden y no corresponde a una buena gobernanza, pero sí van a manjar la covid. Nooo, mis estimados, el burrito no es el pueblo, somos todos; y más los que hacen de vaqueros.
LEA TAMBIÉN: Trabajadoras embarazadas con contratos suspendidos podrán recibir el subsidio de maternidad de la CSS
Empresas destruidas
Ahora que las empresas están destruidas, es una burla que pretendan DICTAR reintegros. Pretenden hacer eso, ya que las supuestas autoridades no son más que títeres de sindicatos socialistas o clientelistas. Jamás olvidaré cuando en reuniones con los representantes del sindicato de la Novey, estos nos dijeron: “Lo que ustedes no entienden es que esta empresa no es suya, sino de nosotros, los trabajadores”. Lástima que en su momento no les dijimos algo como: “Bueno, tómenla, y adminístrenla ustedes”.
La realidad del mundo que nos fue legado en la Creación es que son muchos los llamados, pero pocos responden ante el llamado. Y de pocos depende la salud de la sociedad; algo así como el capitán del barco. Mal sería que todos los marinos quisieran dar órdenes, pues a los escollos iría a dar la embarcación.
LEA TAMBIÉN: Llega a Panamá el tercer lote con 77 mil 220 dosis de la vacuna Pfizer
Incompetencia
Pero, la diferencia entre el barco y la sociedad es que el barco es una entidad colegiada con una organización piramidal, lo cual no aplica a la sociedad. Los ciudadanos no somos tripulación de un barco. En la sociedad todos tenemos nuestras embarcaciones de vida, las cuales debemos navegar a buen puerto. Pero si algún engreído de palacio pretende dar órdenes de cómo, dónde y cuándo giramos el timón, lo único que deviene es la zozobra; y eso es lo que estamos viendo en el país.
La total incompetencia de quienes han sido llamados a hacer cumplir las leyes. Lástima que no solo las leyes no sirven, sino que los que deben hacerlas cumplir tampoco sirven (se sirven), y menos mal, porque si intentan hacer cumplir lo incumplible, más rápido nos vamos a pique. Y eso es lo que está ocurriendo.
Artículo de opinión
El autor John Bennett es empresario