Ante la falta de espacios en los cementerios municipales de La Chorrera y Arraiján, ambas administraciones alcaldicias han hecho sus evaluaciones para que los familiares de los difuntos tengan tranquilidad en los sepelios.
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Es así como en el Cementerio Municipal de La Chorrera se construyen 100 bóvedas. La primera etapa de 50 concluyó y se está finalizando con la otra y así mismo se van ocupando, indicaron.
SON PARA NO COVID

Las bóvedas son para personas que hayan fallecido de otras enfermedades que no sea covid-19; sin embargo, para estos casos están los osarios, ya que estos deben venir incinerados y por lo menos en cada osario caben de 4 a 5 cajitas que son de familias.
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Mientras que en Arraiján, el próximo lunes iniciarán los trabajos de remoción de tierra en el cementerio de Vista Alegre para poder ampliarlo. Igualmente, en el cementerio de Burunga ya se hicieron algunas bóvedas, pero no hay mucha capacidad, indicó el alcalde Rollings Rodríguez.
Con información de Raúl Vega