Hace 10 años Jhonny Morris, de 32 años de edad, de la comarca Guna Yala, decidió viajar a la capital en busca de un mejor porvenir para él y su familia, pero tenía la limitante de no saber leer ni escribir.
En Panamá, las comarcas indígenas son las que tienen mayor porcentaje de analfabetismo.
Fue así como solicitó trabajo en la empresa Carbone, que se dedica al herraje arquitectónico y acero inoxidable y le dieron la oportunidad de ejercer un puesto en la bodega.
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Luego de varios años Jhonny, sin pena alguna, le comentó a un compañero de trabajo que no sabía leer ni escribir y por eso a veces se le dificultaba llegar a su nuevo hogar porque a la hora de tomar el metrobús se equivocaba por miedo a preguntar qué ruta era.
Oportunidad
La vida de Jhonny empezó a cambiar cuando la empresa donde labora se unió al programa “Yo sí puedo” del Mides y este humilde trabajador de la comarca empezó sus clases con la esposa de un compañero, quien es docente voluntaria.
Su motivación
Su hijo adoptivo (sobrino de la esposa) se quedó sin su mamá, por lo que él decidió criarlo y aprender para educarlo para que sea un profesional.
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Yo sí puedo
Luego de 35 clases de lectura y escritura Morris pudo decir: “Yo sí puedo”.
“Ahora no me equivoco al tomar el metrobús, puedo llenar mi formulario de horas extras e ir al banco solo”, dijo.
Ahora le queda la satisfacción de sentarse con su hijo de 10 años y ayudarle a hacer las tareas y aprender con él.
Agradecimiento
“Gracias al proyecto del Mides y la empresa Carbone que me facilitaron un salón de clases en mi lugar de trabajo pude aprender a leer y a escribir, exhorto a todos mis compatriotas en la comarca a que se unan a este proyecto porque nunca es tarde para aprender y rompamos ese estigma de que porque vivimos en una zona de difícil acceso abandonamos los estudios por trabajar desde niños”, expresó.