Las comunidades de Donoso y Omar Torrijos están alzando la voz ante la reciente revelación de que se encontraron 8 mil toneladas de nitrato de amonio, un químico altamente explosivo, en las instalaciones del proyecto minero Cobre Panamá. Este descubrimiento, anunciado por el ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, ha generado alarma y preocupación entre los residentes, quienes temen por su seguridad y la de sus familias.
Las comunidades denuncian la negligencia e irresponsabilidad de la empresa First Quantum Minerals, acusándola de operar de manera colonial y corrupta. Según los habitantes, la compañía, junto con ciertos sectores empresariales y políticos, ha ocultado información crucial sobre los daños ambientales y las irregularidades del proyecto, poniendo en riesgo la integridad de Donoso y Omar Torrijos.
En octubre y noviembre de 2023, el pueblo panameño, respaldado por un fallo histórico de la Corte Suprema de Justicia, logró detener temporalmente las operaciones de Cobre Panamá debido a su impacto contaminante y su vulneración de la soberanía nacional. Sin embargo, la resistencia de First Quantum Minerals para acatar este fallo ha exacerbado la tensión y la desconfianza entre las comunidades afectadas.
Organizaciones locales como Despierta Donoso, Coordinadora Campesina, Despierta Omar Torrijos y Guerreros del Mar están en constante alerta, colaborando con expertos nacionales e internacionales que advierten sobre los múltiples riesgos que representa este proyecto minero. Uno de los mayores temores es el posible colapso del muro norte de la tina de relaves, que ya muestra signos de erosión, así como el manejo inadecuado de los químicos explosivos, similares a los que causaron la devastadora explosión en el puerto de Beirut en 2020.
Ante esta situación crítica, las comunidades exigen una respuesta urgente y transparente. Proponen la creación de una comisión ciudadana que supervise y garantice el manejo y evacuación segura de estos químicos, asegurando que no se repitan errores que podrían tener consecuencias desastrosas.
Irma Hernández, representante de las comunidades, expresó: “Estamos viviendo una pesadilla. No podemos permitir que nuestra seguridad y nuestra tranquilidad sean sacrificadas por intereses empresariales. Exigimos transparencia y responsabilidad en cada paso que se dé para manejar esta crisis.”
El ministro Navarro, por su parte, afirmó que se están tomando medidas para asegurar la correcta evacuación de los químicos y que se fortalecerán las regulaciones ambientales para evitar futuros incidentes. Sin embargo, las comunidades siguen desconfiando y buscan garantías concretas de que sus demandas serán escuchadas y atendidas.