El aguacero no da tregua en el occidente del país, obligando al Ministerio de Educación (Meduca) a suspender las clases en Chiriquí, Veraguas y la comarca Ngäbe Buglé. La medida, que aplica para este lunes 12 y martes 13 de noviembre, busca salvaguardar la integridad de estudiantes y personal educativo, ante la creciente amenaza de inundaciones y deslizamientos.
Más de 1,000 damnificados y viviendas destruidas
La situación es crítica en Chiriquí, donde más de 1,000 personas han sido afectadas. Al menos 577 damnificados se refugian en nueve albergues, mientras las lluvias han dejado 159 viviendas inundadas y cuatro con pérdida total por deslizamientos. En Barú, el colapso de un puente y la obstrucción de caminos complican aún más la movilidad, aislando a comunidades en Tierras Altas y Tierras Bajas.
Información importante. pic.twitter.com/Ki1Y3EHU5u
— Ministerio de Educación de Panamá (@MeducaPma) November 12, 2024
Docentes migran a lo virtual
El Meduca ha instado a los docentes a mantener el contacto con sus estudiantes a través de plataformas virtuales, siempre que las condiciones de conectividad lo permitan. Mientras tanto, las escuelas no afectadas están realizando evaluaciones de daños para garantizar un regreso seguro cuando las condiciones lo permitan.
Ngäbe Buglé en alerta máxima
La comarca Ngäbe Buglé también enfrenta serios problemas. Las comunidades de Nedrini, Kodri y Ñokribo han registrado crecidas de ríos y daños en las vías de comunicación, dejando a muchas familias incomunicadas. En estas áreas, las lluvias persistentes en zonas montañosas representan un riesgo constante.
Las autoridades, junto al Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) y el Cuerpo de Bomberos, trabajan contra reloj para brindar asistencia social, médica y psicológica a las familias afectadas, mientras se espera que las lluvias den una tregua en los próximos días.