Dicen que no hay que dejar de creer porque las brujas de que vuelan, vuelan.
Resulta que “Mi Diario” se enteró que una “ronda policial” (integrada por tres agentes policiales) se encontraban a eso de las una de la madrugada patrullando por el sector de Villa María en Nueva Libia, Alcalde Díaz de forma rutinaria, como es parte de su trabajo y fueron testigos de un hecho inexplicable.
En ese momento, el patrulla intentó ingresar a una calle sin salida, donde hay un herbazal y una casa abandonada. En ese mismo instante, la ronda policial observa que frente al patrulla hay la imagen de una mujer, vestida de blanco y con los ojos rojos que no los deja avanzar.
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El conductor de la patrulla le pidió a sus compañeros que le tomaran foto a la aparición para registrarla. El chofer quedó como “congelado” y no pudo avanzar. Lo único que se le ocurrió fue dar la vuelta y no ingresar a la calle sin salida.
“Esto lo viví en carne propia y no es la primera vez que le pasa a una ronda policial”, comentó uno de los agentes.
Quedamos impactado, esto no es falso, no lo podíamos creer, le tomamos foto, pero del temor la borramos para no tener esos malos recuerdos, agregó.
Dijo que en ese sector de Villa María hay una casa abandonada, que fue incendiada con una familia adentro y que la comunidad comenta que en ese lugar salen espíritus raros y tal vez eso fue lo que sorprendió a la ronda policial ese 13 de noviembre cuando hacían su trabajo rutinariamente.
¿Puedes describirme lo que viste?, fue la pregunta que le hicimos ante este relato.
El agente reiteró que era la imagen como de una mujer vestida de blanco, con cabello largo y sus ojos eran muy rojos como un diablo, pero no se le podía distinguir la cara.
“Le tomé foto para registrarlo y luego la borré, pero todos quedamos como paralizados y no podía avanzar el patrulla, al final no entramos a esa calle sin salida”, explicó.
Dijo que toda persona que vaya al sector de Villa María sabe que esa calle existe, que la vivienda está ahí abandonada, agregó el impactado agente policial, quienes junto a otros panameños todas las noches cuida el lugar, considerada un área roja y peligrosa.