Hoy día entre los muchos retos que tenemos hacia el futuro, está el uso racional de energía. Si bien es cierto que con el desarrollo socioeconómico el consumo de energía aumenta y seguirá aumentando, todos podemos hacer algo por evitar el desperdicio energético. Es decir, aplicar medidas de eficiencia energética.
El término suena complejo, pero simplemente se trata de reducir o eliminar el desperdicio de energía. En este nuevo blog vamos a ir aprendiendo algunos conceptos simples, pero muy útiles que nos darán luces de como podemos reducir nuestro consumo de energía en nuestras casas o empresas.
Hay que dejar algo muy en claro. La eficiencia energética es un proceso continuado. Si nos comprometemos con el objetivo de reducir nuestro consumo eléctrico, este fin no solo proviene de comprar mejores aparatos para nuestras casas o negocios. También incluye el patrón de uso que le demos, y el mantenimiento que estos aparatos reciban. Si, MANTENIMIENTO. Esta palabra a muchos nos es extraña porque no está muy metida en nuestra imagen mental. Pero veamos algunos casos prácticos y muy reales.
Hoy día cuando alguien va a comprar un aire acondicionado para su casa, lleva grabada en su mente la palabra “inverter” pero no tiene grabada la palabra “mantenimiento”. Muchas veces vemos equipos de aire acondicionado residencial instalados en una pared en un piso 20 de un condominio, y lo más seguro es que esa unidad condensadora (la unidad que va afuera) nunca reciba un chorrito de agua para quitarle el polvo. Quizás cuando llueva. Y lo cierto es que un condensador sucio puede causar un consumo energético adicional de alrededor de un 30%.
De modo que podemos tener lo último en tecnología, pero sin un plan de mantenimiento la eficiencia la vamos a ir perdiendo en muy poco tiempo. Luego escucharemos frases como: “Compré un inverter, pero no veo diferencia en la cuenta de luz”. Y no olvidemos que la unidad interna o sea, el evaporador, también requiere limpieza al igual que sus filtros de aire.
Otro tema importante es, que si compramos un aire condicionado inverter, pero lo usamos el triple del tiempo que usábamos nuestra unidad viejita, quizás no haya diferencia si lo que queremos es pagar menos dinero en energía. Es decir, los kilowatt hora (Kwh) que nos viene en la factura. Y qué decir de la temperatura de ajuste que usamos. Un aire acondicionado bien seleccionado debe trabajar en 23 ó 24°C proporcionando un clima agradable con un nivel de humedad relativa muy cómodo y sano. Las temperaturas de trabajo (puntos de ajuste) por debajo de 23°C no solo provocan una mayor facturación eléctrica sino también, el clima al estar más frío también es más húmedo. Esto no es cómodo para las personas, también puede ser insano. Mas en estos días de la covid-19.
Otro caso muy interesante es que una compañera de trabajo me comentaba que su refrigeradora con unos 14 años de servicio, ya se le notaba los años y la puerta no cerraba bien. Una refrigeradora casera 12 pies cúbicos marca X y que fue reemplazada por consejo mío por otra de la misma capacidad. El resultado fue entre $12.00 y $14.00 menos en su cuenta de electricidad. Eso quiere decir que su refrigeradora la paga con el ahorro de energía en unos 30 meses. Y es un equipo que tiene una vida media de 10 años. O sea, muy buena inversión.
Lo mismo pasa a nivel mayor en nuestras empresas o negocios. La energía es un bien que es administrable. Solamente hay que entender algunos conceptos y mirar la factura siempre.