Su don altruista, no lo hizo vacilar y dijo presente en las labores de búsqueda y rescate que realizan en Tierras Altas en Chiriquí, tras las afectaciones por las crecida de varios ríos de la zona.
La imagen Jorge “Bebo” Barahona, oriundo de Santa Elena de Las Tablas en Los Santos se hizo viral en momentos en que rescataba a un infante por medio de una maniobra de agua rápida.
El rescatista tiene 12 años de pertenecer a Sinaproc. “Fueron cuatro infantes que no llegaban al mes de nacidos, los rescatados en la comunidad de Tizingal en Volcán. También crucé a otros niños”, afirmó.
Por ese vídeo que circuló en las redes sociales, Barahona ha recibido felicitaciones de distintos países e incluso hasta de Europa. Sus familiares y amigos le han hecho saber lo orgulloso que están de su trabajo y más en los momentos tan difíciles que enfrenta el país.
Barahona soñó desde los 15 años poder ingresar a las filas de la fuerza naranja y fue así como a los 18 años se dio la oportunidad de salir a ayudar en distintas operaciones de rescate.
Para garantizar su profesionalismo, el tableño viajó al hermano país de Costa Rica donde se capacitó en maniobras rápidas por medio del Curso de Operaciones de Rescate para Inducciones.
Ese día de la maniobra, estudié el área, me encomendé a Dios y con el apoyo del resto de mis compañeros realizaron los traslados. “Cruzar niños es un poco más fácil, porque les explicas que se tiene que agarrar fuerte, pero con bebés la situación cambia, eres tú quien lo aferras a tu cuerpo para protegerlo” explicó la unidad de Sinaproc.
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Su hijo de 11 años no cabe en el pecho orgulloso de su padre, quien rescató a varios niños que hoy están junto a sus padres sanos y salvos.
Hace cinco años Barahona estuvo en Cerro Punta atendiendo situaciones de rescate. Está vez al llegar a Volcán y Altos de Bambito, el escenario fue aterrador, pero pese a esa sensación verificó a los pobladores para ver si alguno requería atención médica u otra ayuda.
"Quedé perplejo, cómo un lugar tan hermosos fue devastado por las inclemencias del tiempo. Pudimos llegar algunos tramos en carro, otros a pie, las personas en medio de sus penurias nos ayudaron con transporte para avanzar a otras comunidades, narró.
Las personas deben ser conscientes de los llamados de alerta y prevención y desalojar a tiempo, pues lo material se consigue pero la vida es única.
Barahona está agradecido con todos sus compañeros, pues se siente confiado del equipo y muy orgulloso de portar su uniforme naranja. “Siempre me ha gustado ayudar a las personas y lo haré mientras Dios me la permita”, afirmó el socorrista.
Ese 3 de noviembre será una cumpleaños inolvidable para este socorrista quien celebró un año más de vida en medio de una zona de desastres, pero haciendo lo que ama, que es ayudar al prójimo.