En el pintoresco pueblo de Guararé, en la provincia de Los Santos, Fabio González, un artesano autodidacta de 82 años, continúa trabajando con pasión y dedicación en la creación y restauración de artesanías que mantienen viva la historia de Panamá. Fabio es beneficiario del programa “120 a los 65″ del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), un apoyo económico que ha sido fundamental para su bienestar y le permite, además, seguir compartiendo su arte con la comunidad.
La vida de Fabio ha sido una de trabajo y servicio. A lo largo de los años, se dedicó a oficios informales, por lo que no tuvo acceso a una jubilación tradicional. Sin embargo, su inclusión en el programa “120 a los 65″ ha representado un respiro económico que le ayuda a cubrir sus necesidades básicas. Con esta transferencia, Fabio asegura alimentos, medicamentos y otros insumos esenciales, al tiempo que se mantiene activo en el oficio que tanto ama.
Un artesano de la memoria histórica
Fabio González es experto en restaurar tinajas antiguas y elaborar piezas tradicionales en madera. Desde tempranas horas de la mañana, con una taza de café en mano, Fabio comienza su día con entusiasmo, trabajando en cada detalle de sus creaciones. Las tinajas, que alguna vez fueron una pieza central en las casas de quincha del interior del país, conservan el agua fresca y cuentan una historia de tiempos pasados. Fabio recorre pueblos en busca de estas piezas de barro, muchas veces en desuso, y les devuelve el esplendor de antaño, diseñando muebles que realzan su belleza y utilidad.
Además de restaurar tinajas, Fabio se especializa en la elaboración de fascias y tragaluces, piezas que solían instalarse en las casas antiguas para mantener la luz natural en los hogares. “Las casas eran construidas con fascias y se colocaban tragaluces en los marcos para que las viviendas siempre estuvieran alumbradas”, comenta Fabio con nostalgia y orgullo.
Un modelo de vejez activa y saludable
A sus 82 años, Fabio es un ejemplo de cómo mantenerse activo es clave para una vejez saludable. Su rutina diaria lo mantiene en movimiento, y su pasión por la madera le brinda una satisfacción que él considera esencial para el bienestar en esta etapa de la vida. En su taller, elabora casitas de madera, cuadros de ajedrez, repisas y otros muebles únicos, la mayoría de ellos hechos con retazos de madera, lo que refleja su habilidad para reciclar y su compromiso con el cuidado del medio ambiente.
El MIDES, a través de su programa de Transferencias Monetarias Condicionadas, beneficia a 7,869 personas en Los Santos, quienes, como Fabio, no cotizaron para una pensión, pero reciben apoyo económico y acceso a servicios de salud. Según Karina De Gracia, directora del MIDES en Los Santos, el trabajo de Fabio representa el espíritu laborioso y resiliente del hombre santeño. Además, adelantó que la institución planea implementar talleres de formación en modistería, costura y elaboración de huertos artesanales para promover una vejez activa y productiva entre los beneficiarios del programa.
Un legado artesanal en cada pieza
La historia de Fabio González y su dedicación a las artesanías tradicionales es un recordatorio del valor de preservar la cultura panameña y de apoyar a los adultos mayores que, con su experiencia y conocimiento, siguen contribuyendo a la sociedad. Si está en busca de un tinajero, tragaluz o cualquier otra artesanía de madera, una visita al taller de Fabio en Guararé promete una experiencia enriquecedora y una muestra auténtica de la identidad panameña.