El incremento de contagios en el país demuestra una agotada estrategia sanitaria que urge ser revaluada ante las nuevas condiciones: saturación de hospitales, agotamiento del personal médico y sanitario, denuncias por falta de insumos e incremento de personas sin ingresos económicos.
Las nuevas disposiciones de control que establezcan las autoridades serán efectivas en la medida que estén fundamentadas en lograr la trazabilidad de los casos, la asistencia social a personas vulnerables contagiadas y permitir que la ciudadanía tenga acceso a ingresos económicos de forma segura. Cada plaza de empleo que se pierde en el sector empresarial incrementa exponencialmente el sector informal, complicando aún más la aplicación de controles para proteger a la población.
El sector empresarial implementó, desde que inició la crisis, medidas laborales para procurar ingresos a sus trabajadores durante las primeras semanas y meses de suspensión de la actividad económica; programas sociales de ayuda humanitaria, donaciones de insumos y equipos médicos; implementación de protocolos sanitarios e inversión en equipos para monitoreo y prevención en áreas de trabajo; así como estudios y elaboración de propuestas para la reactivación económica. Lamentablemente la capacidad de mantener estas acciones se ha ido agotando por la falta de liquidez producto de cuatro meses de paralización.
Por lo anterior, la Apede en nombre de sus miembros y como organismo de la sociedad civil organizada hace un llamado al Gobierno para que ejecute acciones, sin más dilación, que permitan al sector empresarial colaborar con las medidas de contingencia ante la crisis:
Pago de las deudas que mantiene con los proveedores desde antes de la crisis.
Pago de las deudas a proveedores de equipos médicos, farmacéuticos, industria alimenticia, sector eléctrico, hoteles y otras, que han estado brindando sus servicios durante la crisis. Su contribución es insostenible si la autoridad no honra los compromisos acordados de manera inmediata.
La reactivación gradual, segura e integral por regiones o zonas.
La reapertura gradual de la construcción como industria esencial de bajo riesgo.
La implementación inmediata, concreta y transparente de asistencia financiera anunciada por el gobierno.
Planes de contratación temporal por parte del Estado de personal en suspensión laboral para contribuir a programas de gobierno de atención pública.
Flexibilización temporal de la normativa laboral que permita mantener la mayor cantidad de empleos posibles.
Implementación de estrategia segura de movilidad urbana a través del transporte público.
En Apede vemos con mucha preocupación cómo las voces de cada sector, ante la desesperación, empiezan a alzarse clamando soluciones encontradas que amenazan con la estabilidad social de nuestro país.
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Urge que el Gobierno convoque a una reunión de emergencia con expertos en cada campo, para replantear la estrategia, bajo una sola consigna: salvaguardar la vida y asegurar el bienestar de todos los ciudadanos de nuestro país. Debemos conciliar propuestas y ajustar las acciones y planes a las realidades de cada región de Panamá, es imposible continuar con disposiciones centralizadas o que han funcionado en el primer mundo cuando los niveles de desigualdad son tan distintos. Estas acciones deben ir acompañadas de una campaña de docencia a la población para que asumamos nuestra responsabilidad individual en el autocuidado; de transparencia y ética en la implementación de los planes; y comunicación permanente de resultados de las acciones.
Es clave activar también el diálogo nacional por un pacto social de país con todas las fuerzas vivas de Panamá: sector gubernamental, sector empleador, sector laboral y sociedad civil organizada para construir un nuevo Panamá adaptado a la nueva realidad. Apede reitera su compromiso con el país para juntos salir adelante de esta crisis.