Agua potable para toda la población: Un desafío que trasciende gobiernos, ¿Lo logrará Mulino?

A pocos días de la toma de posesión del nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, uno de los retos más importantes que enfrenta es la dotación de agua potable para toda la población del país. Este desafío es crucial, ya que el acceso al agua potable es un componente fundamental en la lucha contra la pobreza multidimensional.

En la actualidad, el 8% de la población panameña no tiene acceso a agua potable las 24 horas del día, de los cuales el 2% reside en la provincia de Los Santos y más de la mitad en la comarca Ngäbe-Buglé. Para abordar esta situación, el gobierno de Mulino tiene previsto la construcción de dos nuevas plantas potabilizadoras: una en La Arenosa, que abastecerá a Panamá Oeste, y otra en Bayano.

Leonor Calderón, exministra de Desarrollo Social, destacó que la administración entrante cuenta con una ventaja significativa al disponer de un reciente Censo de Población y Vivienda, que proporciona un panorama claro de las necesidades básicas de la población. Esta información, junto con los datos del Pacto del Bicentenario, permitirá una mejor planificación y ejecución de proyectos de infraestructura para mejorar la dotación de servicios básicos, incluyendo el agua potable.

Calderón subraya que el acceso al agua potable no solo está relacionado con la planificación de la inversión, sino también con la distribución eficiente en las áreas urbanas y rurales. “El problema de inversión en áreas urbanas a menudo resulta en una distribución ineficiente del agua, con redes de distribución en condiciones subóptimas”, indicó Calderón. Además, en muchas zonas rurales, las plantas potabilizadoras no funcionan adecuadamente o no tienen la capacidad suficiente para abastecer a la población.

El reto de Mulino es grande, pero con una adecuada planificación y ejecución de inversiones, se espera que se logren avances significativos en la dotación de agua potable para todos los panameños. La cooperación entre el gobierno, las comunidades y los organismos internacionales será esencial para superar este desafío y garantizar un suministro de agua constante y de calidad para toda la población.