Las críticas en las redes sociales no paran contra la diputada pro-familia y religiosa Corina Eduarda Cano del oficialista Molirena.
Esta semana, la polémica diputada, volvió a la carga con un temas religiosos en el pleno de la Asamblea Nacional, donde intervino para adherirse a una resolución de los diputados cristianos de Iberoamérica en la que se declaró cristiana 24/7.
Dijo que la muerte y resurrección de Jesús no es solamente una creencia, sino un hecho histórico y que las enseñanzas de Jesús están en todos los rincones del país y por ello, lo que es bueno para ella como profesional, para su casa también es bueno para Panamá.
En una corta intervención que además, la diputada mantiene en su IG, se puede notar el interés de la abogada por estos temas religiosos y de enseñanzas cristianas que generan críticas y rechazo por un segmento de la población.
Pero inmediatamente la diputada tuvo respuestas en las redes sociales en la que le recordaron que Panamá es un Estado laico y que no se puede imponer un autocracia.
Es más, comentaron lo peligroso que sería para los panameños que una persona impusiera su criterio religioso y estilo de vida a los demás, solo porque es su creencia.
“Basta de estas embestidas a nuestros derechos democráticos. No más políticos ni gobiernos manipulando políticas públicas para que reflejen sus creencias”, escribió la abogada Olga de Obaldía ante la propuesta de la diputada Cano.
“Me opongo a la idea de Corina Cano de que la Biblia deba ser la Constitución”, escribió el comunicador Alfonso Grimaldo.
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El debate sobre estas visiones de mundo y del país crecen cada día en Panamá, donde incluso esta semana el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, tuvo que reconocer que se repartían folletos de un grupo de Cienciología en el Aeropuerto de Tocumen, lo que fue rechazado y criticado por varios sectores sociales. Los folletos tuvieron que ser recogidos y otros exigen una investigación.
La diputada Corina Cano impulsa un proyecto de ley en la Asamblea Nacional para reconocer a los no nacidos, lo que también ha sido rechazado por un grupo de mujeres, que se oponen por considerarlo parte de las doctrinas pro-familia que impulsa la política del 8-7.
El artículo 35 de la la Constitución establece que: “En Panamá que es libre la profesión de todas las religiones, así como el ejercicio de todos los cultos, sin otra limitación que el respeto a la moral cristiana y al orden público. Se reconoce la religión católica como la mayoritaria de los panameños”.