Mientras que desde las estructuras del Gobierno nadie ha dicho esta boca es mía, en el caso del intento de secuestro de bienes al medio de comunicación social digital “FOCO”, por parte del expresidente Ricardo Martinelli, desde la Embajada de Estados Unidos en Panamá se dio un pronunciamiento contundente en este sentido.
“Vemos con preocupación los ataques contra los medios de comunicación en Panamá, parte de una alarmante tendencia. Cuando se usa la ley para intimidar a los medios, se priva al ciudadano de su derecho a estar informado. La #LibertaddePrensa es esencial para una democracia próspera”, dice el corto, pero contundente comunicado divulgado este jueves 9 de febrero.
Esta mañana, Luis Eduardo Camacho, vocero de Martinelli, reiteró que las acciones judiciales se seguirán ejecutando contra quienes ellos consideren que los calumnien.
Estados Unidos, a través de sus más altos representantes, ha acusado al expresidente Ricardo Martinelli de participar en hechos de corrupción y le ha prohibido a él y a su entorno familiar cercano el ingreso a ese país. De hecho, según conocedores del tema este es el primer paso para otras acciones judiciales que este país, el principal socio comercial de Panamá, estaría por aplicar contra el exgobernante, que aspira a regresar a la Presidencia de la República a través del partido Realizando Metas (RM).
El último caso de corrupción en el que se ha mencionado el nombre de Martinelli es una investigación en España, donde se le investiga por el supuesto cobro de coimas de la empresa constructora FCC, para el otorgamiento de proyectos durante su mandato (2009-2014).
El diario español “El Confidencial”, citando fuentes de la Unión Central Operativa de la Guardia Civil de España, publicó a inicios de semana que Ricardo Martinelli lavó 4.4 millones de dólares en la compra de un apartamento en un edificio ubicado en un sector exclusivo de la capital ibérica.
A pesar de que Estados Unidos lo ha calificado como corrupto y la justicia española recientemente negó un recurso para dejar de investigarlo, Martinelli ha insistido en que en ninguno de los dos países tiene casos de corrupción.