Este martes 23 de mayo, el expresidente Ricardo Martinelli, junto a otras 20 personas, irá a audiencia por el caso de presunto peculado conocido como New Business. Pero a medidas que se ha ido quedando sin recursos (de todo tipo) para evitar o retrasar el juicio, el político ha aplicado una técnica que le viene muy bien, atacar y denunciar públicamente.
Su objetivo más reciente fue Roy Cortizo, hermano del presidente de la República Laurentino Cortizo.
Según Martinelli, en un tuit publicado este domingo 21 de mayo, Roy Cortizo “con una carita de yo no fui es quien maneja la seguridad del Estado para perseguir políticamente a opositores”.
Pero no lo dejó allí y aseguro que el personaje tiene múltiples negocios en el Aeropuerto de Tocumen y otros lugares. “Pronto les informaré más de él y de todos sucios sus negocios. Este es el Picuiro de la administración Cortizo/Carrizo”, amenazó, algo que hace con frecuencia sin presentar después las pruebas que advierte.
El hermano del mandatario no fue del único contra quien despotricó, porque en otro tuit se la dedicó sin decir nombre, a la magistrada presidente de la Corte Suprema de Justicia, María Eugenia López.
De ella dijo que bajo su designio se permite la condena de políticos opositores, y que sigue órdenes políticas del Ejecutivo (VP, de vicepresidente) y del hermano de Nito Cortizo.
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Agregó que para eso tienen a una intermediaria conocida como “La Virgencita”. De ella se han referido allegados a Martinelli que es una funcionaria de Presidencia de la República que va a los despachos judiciales a decir cómo fallar en determinados casos.
“Todo está cuadrado judicialmente abajo y arriba, quién va a invertir aquí? Saben uds que si este es el régimen por ahora más corrupto de la humanidad”, comenta un desesperado Martinelli, quien en sus mítines políticos ha dicho que él necesita llegar a la Presidencia, nuevamente.
Su tuit de desahogo lo cierra pidiéndole a la gente de la Embajada de Estados Unidos en Panamá que abran los ojos y hasta les pregunta que si quieren pruebas.
Curioso tomando en cuenta que en aquel país el propio secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken, lo declaró como persona altamente corrupta, por lo que queda sin el derecho a ingresar a ese país, así como su entorno familiar.
Cabe recordar que los dos hijos mayores de Martinelli fueron condenados en Estados Unidos por conspirar para recibir sobornos (28 millones de Odebrecht) y allá admitieron que lo hicieron por instrucciones de su padre.