El estado indio de Bihar enfrentaba dos crisis sanitarias, por un lado un virus cerebral que estaría vinculado al fruto tropical lichis que provocó la muerte de casi 100 niños, y por otro la ola de calor extremo que ya dejó 78 fallecidos.
Se trata de la segunda ola de calor más larga registrada en India, lo que llevó a las autoridades a imponer restricciones similares a un toque de queda en esta región pobre del norte del país.
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Pero, el estado de Bihar, con algunos de los peores indicadores de salud del país, también se enfrenta desde comienzos de junio a un brote del Síndrome de Encefalitis Aguda (AES), una infección viral.
Ochenta niños fallecieron en el más grande hospital público del estado, el Sri Krishna Medical College and Hospital (SKMCH), ubicado en la ciudad de Muzaffarpur, en tanto otros 17 murieron en un centro privado, señaló Ashok Kumar Singh, un funcionario de salud de la región.
La mayoría de los niños sufrieron una repentina pérdida de glucosa en la sangre, explicó Singh.
Imágenes de la televisión mostraban a padres angustiados junto a sus hijos, varios de ellos hacinados en una misma cama en el hospital.
Un médico señaló en declaraciones a un canal de televisión local que el centro de salud está mal equipado para atender semejante ola de pacientes, la mayoría de los cuales llegaron semiconscientes.
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Varios años atrás, científicos estadounidenses habían advertido que esta enfermedad cerebral podría estar vinculada a una sustancia tóxica presente en la fruta.