En un contexto de creciente tensión entre Rusia y Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha firmado una nueva doctrina nuclear que permite el uso de armas atómicas en respuesta a ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia. Esta decisión se produce solo 48 horas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, levantara las restricciones para que Ucrania utilizara misiles ATACMS contra objetivos en territorio ruso, específicamente en la región de Kursk.
La nueva doctrina establece que cualquier agresión contra Rusia por parte de un estado no nuclear, respaldado por una potencia nuclear, será considerada un “ataque conjunto”. Esto implica que Rusia podría responder con armamento nuclear si se siente amenazada por ataques convencionales que representen una “amenaza crítica” para su integridad territorial. Además, se menciona que un ataque masivo con drones, misiles o aviones también podría desencadenar una respuesta atómica.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha advertido que el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania marca una escalada cualitativa en la participación de Estados Unidos en el conflicto. Según Peskov, esto podría interpretarse como un nuevo nivel de agresión y justificar una respuesta por parte de Rusia.
La doctrina revisada se considera un intento de Putin de establecer límites claros a las acciones occidentales en el conflicto y reafirma la postura defensiva de Rusia respecto a su arsenal nuclear. Aunque las autoridades rusas han insistido en que las armas nucleares son un medio de disuasión y deben ser utilizadas solo como último recurso, la flexibilización de las condiciones bajo las cuales podrían ser empleadas ha generado preocupaciones sobre un posible aumento en la escalada del conflicto.
(Con información de www.elmundo.es)