Las familias de dos de las tres rehenes israelíes liberadas este domingo por Hamás en el primer día de la tregua recordaron a los 91 que aún quedan en la Franja de Gaza, para cuyas familias “la espera imposible continúa”.
Mandyu Damari, madre de Emily Damari, la británica-israelí de 28 años liberada y que ya se encuentra junto con las otras dos rehenes en el hospital Sheba cercano a Tel Aviv, agradeció en una declaración a “todos los que nunca dejaron de luchar por Emily” durante sus 471 días de cautiverio.
Emily vivía en el kibutz de Kfar Anza, a 2 kilómetros de la frontera con Gaza, donde fue secuestrada el 7 de octubre junto con otras seis personas.
“Si bien la pesadilla de Emily en Gaza ha terminado, para muchas otras familias la espera imposible continúa”, afirma Mandyu sobre su hija, que presenta dos dedos amputados consecuencia de lo ocurrido en el ataque de Hamás del 7 de octubre.
Según esta madre, “hasta el último rehén debe ser liberado y se debe brindar ayuda humanitaria a los rehenes que aún esperan volver a casa”.
La familia de otra de las liberadas, Doron Steinbrecher, que fue secuestrada junto a Emily, agradeció en otra declaración al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, su “importante participación y apoyo”.
“Seguiremos apoyando a todas las familias y haremos todo lo que esté a nuestro alcance hasta que todos sus seres queridos regresen a casa”, afirma la familia de Steinbrecher, que también agradece al “pueblo de Israel por su cálido abrazo, su apoyo inquebrantable y la fuerza que dieron durante los momentos más oscuros”
Este domingo, añade la familia, Doron “comienza su viaje de rehabilitación”.
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De momento, Israel y Hamás solo han cumplido la primera fase de las tres previstas en este segundo acuerdo de alto el fuego, en la que se intercambiarán 33 rehenes israelíes por 1,900 presos palestinos durante un periodo de 42 días.