El reciente descubrimiento de un rancho en Teuchitlán, Jalisco, presuntamente utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como centro de exterminio y entrenamiento, ha conmocionado a México. En el lugar, conocido como Rancho Izaguirre, se encontraron hornos crematorios, restos humanos, cientos de pares de zapatos y pertenencias personales, evidenciando la magnitud de las atrocidades cometidas.
EL MISMO INFIERNO #JaliscoMexico| 👹👹fueron localizados tres Hornos en el rancho *Izaguirre* donde se localizaron más de 400 zapatos 👞 ropa, carteras, identificaciónes, joyas, y otros objetos personales de personas>> también fueron localizadas más de 27 bolsas con restos… pic.twitter.com/u2eqK2vT9b
— El Franky (@ElFranky_) March 8, 2025
Este macabro hallazgo salió a la luz gracias al colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, quienes, alertados por una denuncia anónima, descubrieron el sitio el 5 de marzo de 2025. Anteriormente, en septiembre de 2024, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano habían inspeccionado el rancho, deteniendo a diez personas y liberando a dos secuestrados, pero no se identificaron las instalaciones de exterminio en ese momento.
La presidenta Claudia Sheinbaum calificó los hallazgos como “terribles” y aseguró que tanto el gobernador de Jalisco como el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana están atendiendo el caso. Además, anunció reformas para unificar y fortalecer los registros de identificación y forenses sobre personas desaparecidas en México, buscando mejorar la coordinación entre fiscalías y servicios forenses para facilitar la identificación de las víctimas.
La indignación ciudadana se ha manifestado en diversas protestas y vigilias en todo el país. En el Zócalo de la Ciudad de México, manifestantes encendieron velas y colocaron zapatos en memoria de las víctimas, exigiendo justicia y acciones contundentes contra la violencia y la impunidad que aquejan al país.
Este descubrimiento subraya la grave crisis de desapariciones en México, con más de 120,000 personas oficialmente registradas como desaparecidas. La existencia de sitios como el Rancho Izaguirre refleja la brutalidad con la que operan los cárteles y la urgencia de implementar medidas efectivas para combatir estos crímenes y apoyar a las familias de las víctimas en su búsqueda de verdad y justicia.