Una tragedia. Eso es lo que está viviendo Adriana Blanquet, de 37 años y taxista de profesión, por la muerte de Juan Eduardo, uno de sus hijos en México.
El fallecimiento del joven, de apenas 14 años, se dio el mismo día que a la mujer le confirmaban que ya no tenía el nuevo coronavirus. Su alegría se transformó, rápidamente, en tristeza…
El contagio
Adriana, quien se desempeña como conductora de transporte público en la ciudad de Ecatepec, del Estado de México (México), adquirió el virus a finales de febrero.
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“El 28 de febrero, transporte a tres personas asiáticas, dos adultos y un menor, quienes llevaban tapabocas. Días después, empecé a sentirme un poco mal”, le contó la mujer al diario ‘El Universal’, al tiempo que aclaró que siguió trabajando y realizando viajes.
Fue hasta el 12 de marzo que paró. Los primeros síntomas de alerta aparecieron y acudió a un centro de salud. La respuesta fue que tenía que comprar unas medicinas y que regresara a su casa.
Dos días después, el 14, regresó a urgencias. “La fiebre y la agitación eran insoportables”, aseguró. Le hicieron la prueba y, el 16 de marzo, le confirmaron que tenía coronavirus.La orden fue que se aislara en su casa. De allí salieron su hija, de 15 años, y sus gemelos, de 12, quienes se fueron con algunos familiares. Con ella solo se quedó Juan Eduardo, de 14 años, quien siempre estaba con guantes y tapabocas y la asistía en algunas cosas, aunque sin contacto físico.“Durante el aislamiento, la piel me dolía, me quemaba. Intentaba bañarme para quitarme esa sensación y el dolor de la ropa, pero hasta el agua me lastimaba”, le señaló al mismo medio.
La tragedia
El pasado 3 de abril, Adriana tuvo que acudir al Hospital de las Américas, de Ecatepec. Le harían pruebas para ver cómo estaba el coronavirus en su cuerpo y tomar una decisión sobre su salud. Para ellos, tuvieron que internarla.
Mientras eso sucedía, en la ciudad se registró una fuerte lluvia y varios barrios se vieron afectados por inundaciones. Uno de ellos, en donde vivía Adriana y sus hijos.
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En un intento por secar el piso y mantener la casa linda para el regreso de su madre, Juan Eduardo, quien había cumplido años el 1 de abril, conectó una bomba de agua: el aparato tuvo un cortocircuito y él se electrocutó.
No dejo de pensar en todo lo hermoso que Juan Eduardo fue en mi vida.
A mí hijo no le tocaba, pero se fue”, le manifestó Adriana a ‘Televisa’.“Juan Eduardo era la alegría de la familia, un niño solidario y lleno de amor”, lo describió a ‘El Universal’.El sábado 4 de abril, a la mujer le dieron el alta: había vencido al coronavirus. Sin embargo, esa noticia no fue del todo alegre: tenía que ir a darle el último adiós a su pequeño.“No dejo de pensar en todo lo hermoso que Juan Eduardo fue en mi vida”, reconoció.En la autopsia, al menor le practicaron el examen del coronavirus y salió negativo.Hasta el mediodía del 15 de abril del 2020, en el mundo habían más de 2 millones de contagiados y más de 128.000 muertos. En México, por su parte, habían más de 5.000 infectados y más de 400 fallecidos.
Con información de El Tiempo