Barcelona podría volver a imponer algunas de las restricciones al día a día de sus ciudadanos después que el número de casos por el nuevo coronavirus se triplicara en una semana, adelantó su alcaldesa, mientras alrededor de 160.000 personas en la región de Lleida volvieron al confinamiento para tratar de detener la propagación del virus.
Apenas unas semanas después de que se levantaran las medidas de confinamiento a nivel nacional y la vida volviera a la normalidad al bajar los índices de infección, la segunda región más poblada de España reportó este miércoles tres muertes y 938 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas.
Alrededor del 63% de esos nuevos casos se detectaron en Barcelona y sus alrededores, despertando el temor de que la capital catalana y también popular destino turístico pudieran volver a ser un epicentro del virus.
“En Barcelona se han triplicado los casos y, si los rastreadores no pueden rastrear inmediatamente, el contagio se nos puede escapar. Eso es lo que más nos preocupa”, declaró Ada Colau a la emisora de radio Ser Catalunya.
La alcaldesa citó como causa principal las reuniones informales sin la protección adecuada.
Hay 29 brotes de coronavirus en la segunda ciudad más grande de España, dijeron las autoridades.
“Nadie está planteando el confinamiento total, ahora mismo”, dijo Colau, que no descarta dar “un pequeño paso atrás” respecto a la situación actual de normalidad, para poder contener mejor los brotes detectados. Colau no concretó qué actividades podrían ser restringidas y añadió que esto se discutiría en los próximos dos días.
El uso de mascarillas en público tanto en interiores como en exteriores ya es obligatorio en Cataluña.
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TENSIONES REGIONALES
España, que depende en gran medida del turismo, es uno de los países más afectados de Europa por la pandemia con más de 28.000 muertes y puso fin a un estricto confinamiento el pasado 21 de junio.
Desde entonces han surgido más de 170 brotes en todo el país, lo que ha llevado a las autoridades regionales a imponer una serie de restricciones locales de distinto nivel, generando confusión entre la población y contrariando a las empresas. Las tensiones han sido particularmente elevadas en Cataluña.
En el trasfondo de la crisis sanitaria se encuentran todavía las tensas relaciones entre el gobierno separatista catalán y el gobierno central de Madrid por la deriva independentista de la región en los últimos años.
La crispación en la segunda región española más poblada (7,5 millones de habitantes) ha aumentado esta semana con el incremento de nuevos contagios, el mayor de todas las comunidades autónomas.
Tras un rechazo inicial y varios días de disputas legales sobre las competencias, una juez aprobó la orden del Govern de hacer obligatorio el confinamiento para los 160.000 residentes de Lleida y otros seis municipios de la zona del Segrià. Pero la tensión crecía por la gestión de otro brote en el área de L’Hospitalet de Llobregat, una localidad pegada a Barcelona capital en la que viven alrededor de 260.000 personas.
Otro juez anuló de un día para otro la restricción de las reuniones de más de 10 personas en tres barrios de L’Hospitalet, pero el gobierno catalán dijo que apelaría la sentencia e instó a la gente a quedarse en casa.
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Aunque Cataluña, la segunda región más poblada de España, es la primera en devolver a una parte de su población al confinamiento, algunas partes de Galicia se han cerrado al exterior y la localidad vasca de Ordizia impuso una serie de restricciones para hacer frente a sus respectivos brotes. En Andalucía, al sur de España, las autoridades han hecho obligatorio incluso el uso de mascarillas en playas y piscinas.
“Tenemos el uso obligatorio de mascarillas para cualquier otro movimiento que no sea el de estar en el agua o estar en su parcela correspondiente”, dijo la socorrista Aida Escolante, que supervisa una piscina en la localidad de Cueva del Becerro, Málaga.
Una encuesta publicada el miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reveló que más del 62% de los españoles estaban a favor de las medidas más estrictas para combatir los brotes cuando fuera necesario.
(Con información de Reuters)