El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha confiscado recientemente dos propiedades de la Iglesia católica en Nicaragua: el Seminario Mayor de Filosofía San Luis Gonzaga y el Centro Pastoral La Cartuja, ambos ubicados en la Diócesis de Matagalpa. Esta acción fue denunciada por el sacerdote exiliado Erick Díaz, quien expresó su tristeza por la confiscación, señalando que el seminario es fundamental para la formación de futuros sacerdotes y que su ocupación deja a los seminaristas en una situación incierta.
La toma del seminario ocurrió mientras seminaristas de las diócesis de Matagalpa y Siuna estaban recibiendo clases, quienes fueron desalojados por agentes policiales y funcionarios del Estado. Díaz destacó que esta es una de las peores embestidas que ha sufrido la diócesis, que ya había visto la confiscación del centro de retiro espiritual La Cartuja solo días antes.
La Diócesis de Matagalpa es dirigida por el obispo Rolando Álvarez, quien se encuentra en el exilio tras ser condenado a más de 26 años de prisión por supuestos delitos de traición a la patria. Esta condena se produjo después de que Álvarez rechazara ser deportado a Estados Unidos junto a otros prisioneros políticos.
Desde 2018, la Iglesia católica ha sido objeto de una creciente represión por parte del régimen, incluyendo el encarcelamiento y destierro de numerosos sacerdotes y líderes religiosos.
Las relaciones entre el régimen sandinista y el Vaticano se han deteriorado significativamente, con acusaciones mutuas y un ambiente de hostilidad creciente hacia la comunidad eclesiástica. El papa Francisco ha criticado abiertamente al régimen, mientras que Ortega ha calificado a la Iglesia como parte de una “mafia” y ha interrumpido relaciones con el Vaticano.