El incremento de contagios de coronavirus en Alemania, el repunte de la enfermedad de la covid-19 en Francia y su avance en España tienen en alerta a Europa ante una nueva oleada de una pandemia que sigue golpeando en América Latina.
En el mundo, los gobiernos multiplican las restricciones para contener el virus y se plantean la aplicación obligatoria o no de una futura vacuna.
Europa, que impuso drásticas medidas en marzo para atajar la propagación de la enfermedad, se alarma ahora ante un posible rebrote, cuando están a punto de acabarse las vacaciones estivales. El Viejo Continente suma más de 211 mil 300 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
Tedros Adhanom Ghebreyesus: Esperamos acabar con esta pandemia en menos de dos años
“La duplicación de casos” nuevos observada cada día “en Alemania estas últimas tres semanas” constituye una “evolución que no debe continuar y que debemos cortar”, dijo la canciller Angela Merkel.
Esta situación llevó a que el gobierno alemán declarara prácticamente a todo el territorio de España y una parte de los Balcanes, destinos muy frecuentados por los turistas alemanes, como zonas de riesgo e impusiera pruebas de diagnóstico y cuarentenas a los viajeros provenientes de esos países.
En este contexto, la vuelta al colegio en numerosos países, dentro de unas semanas, es una cuestión compleja que preocupa tanto a las familias como a los docentes. En Madrid, por ejemplo, los sindicatos de educación llamaron a una huelga del profesorado al comienzo del curso por la "inacción" en la preparación del regreso a las aulas.
Además de las restricciones promulgadas por el gobierno, como el cierre de discotecas o la prohibición de fumar en las calles, algunas regiones, como el País Vasco o Baleares, emitieron otras medidas destinadas a evitar que la enfermedad siga propagándose de manera vertiginosa.
En Italia, donde ya hay más de 35 mil muertos por el coronavirus, el gobierno tomó medidas parecidas y decretó el cierre de discotecas y locales de ocio nocturno con la intención de asegurar la vuelta a las aulas a mediados de septiembre.
Cuestionamientos a las medidas tomadas en Europa
El Gobierno español precisó que las medidas que aplican unos países de la Unión Europea (UE) respecto a otros para frenar la covid no son una "guerra diplomática", sino "contra una pandemia".
La ministra española de Asuntos Exteriores, Aracha González Laya, aseguró que, por ese motivo, su objetivo es explicar cómo se está gestionando el control de la transmisión del virus, en alusión a los gobiernos europeos que desaconsejan o restringen los viajes a España con cuarentenas obligatorias al regreso.
González Laya explicó que los focos de nuevos contagios en estos momentos "no son la excepción", sino que son "la norma en España y Europa", y "hay que aprender a gestionarla", no con restricciones de la movilidad, sino mediante controles, rastreando e identificando a los contagios para asilarlos lo antes posible.
En este sentido, reiteró que España es “un lugar seguro” y está haciendo “todo lo que un país tiene que hacer” para evitar que la transmisión del virus se convierta en un problema.
A su juicio, las medidas restrictivas adoptadas por determinados países "no son vetos" a otros, como España, sino "medidas de diferentes formas y calados" en función de la situación epidémica de cada uno de ellos.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Más de 100 periodistas latinoamericanos han muerto por la covid-19
¿Qué provocó el rebrote?
Gónzalez Laya descartó que se esté produciendo una “segunda ola” de la epidemia en España y consideró que son “situaciones de rebrote”, de las que se conoce cuál es el principal foco: el ocio nocturno, las reuniones familiares y los trabajadores temporeros.
Lo importante, insistió, es identificar los nuevos casos y hacer “muchísimos test” de diagnóstico, además de “aprender a convivir (con la covid-19) de manera responsable”.
Preguntada por si el Ejecutivo español tiene previsto adoptar medidas similares a las de países que imponen a los viajeros pruebas PCR, González Alaya indicó que se están examinando, “siempre utilizando criterios epidemiológicos”. No se trata de “una batalla de reciprocidad”, sino de proteger a la ciudadanía, argumentó.
Por su parte, la ministra española de Turismo, Reyes Maroto, se mostró preocupada por los datos de evolución de los contagios en España, pues perjudican la reactivación turística, y admitió que “dificultan la negociación con los países” que imponen restricciones a los viajeros que llegan allí desde España. (I)
Fuente: EFE