Un quinto incendio forestal, conocido como Woodley Fire, ha estallado en el condado de Los Ángeles, específicamente en la zona de Encino, mientras otros cuatro incendios continúan activos en el sur de California. El gobernador Gavin Newsom ha declarado el estado de emergencia debido a la rápida expansión de las llamas y la previsión de fuertes vientos de Santa Ana. Hasta ahora, al menos dos personas han perdido la vida y más de 80 mil residentes han recibido órdenes de evacuación.
El Woodley Fire, que comenzó alrededor de las 6:15 del miércoles, ha consumido aproximadamente 30 hectáreas y se encuentra entre el Palisades Fire, que ha arrasado cerca de mil 200 hectáreas, y el Hurst Fire, al norte, que ha destruido al menos 200 hectáreas. Ninguno de estos incendios ha sido contenido a pesar del esfuerzo de más de mil bomberos en la zona.
Los incendios han causado la destrucción de más de mil estructuras y han dejado a aproximadamente 200 mil personas sin suministro eléctrico. Las autoridades advierten que el riesgo podría aumentar debido a los vientos persistentes que están alimentando las llamas hacia áreas habitadas. Además, se han reportado lesiones graves entre los residentes debido al incendio Eaton en Altadena.
El jefe del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Christine Crowley, destacó que estos incendios están llevando al límite la capacidad de los servicios de emergencia. En respuesta a la crisis, se ha solicitado ayuda a cinco condados cercanos y recursos adicionales de otros estados.