El Vaticano informó que un sacerdote fue quemado vivo en Nigeria, en un ataque perpetrado por presuntos extremistas islámicos.
Se trata del padre Isaac Achi, quien fue asesinado cuando su residencia parroquial de la iglesia católica de San Pedro y San Pablo en Kafin-Koro, en la región de Paikoro, estado de Niger, fue atacado el pasado domingo 15 de enero.
Se presume que el ataque fue cometido por una banda de pastores fulani, un pueblo nómada.
Los atacantes llegaron con la intención de entrar a la casa parroquial, pero al no lograrlo decidieron prenderle fuego, con el párroco adentro. Otro sacerdote que se encontraba allí, Collins Omeh, pudo escapar a tiempo, pero recibió un tiro en el hombro, según informes policiales.
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El ataque se cometió a eso de las 3:00 de la madrugada, indicó a los periodistas el responsable de Relaciones Públicas de la Policía, Wasiu Abiodun.
“Han venido a matar. Si su propósito fuera un robo o un secuestro habrían actuado de otra manera”, dijo a la agencia de noticias Fides (órgano de información de las Obras Misionales Pontificias), Luka Sylvester Gopep, obispo auxiliar de Minna, la diócesis a la que pertenecen los sacerdotes.
“Al parecer, los asesinos intentaron entrar en la casa y al no conseguirlo prendieron fuego a la vivienda, quemando vivo al sacerdote. Incluso, antes de prender fuego a la casa los bandidos dispararon indiscriminadamente. Un signo de su voluntad de matar”, acotó Gopep.
Según la agencia Fides, en otra zona de Nigeria, otro sacerdote fue secuestrado el sábado 14 de enero.
Se trata del padre Michael Olubunimi Olofinlade, párroco de la Iglesia de San Jorge, en Omu Ekiti, en el Área de Gobierno Local de Oye, en el Estado de Ekiti, Suroeste de la Federación.
“El padre Olofinlade estaba en una misión pastoral fuera de la parroquia. Su secuestro se produjo cuando regresaba a la parroquia hacia las seis de la tarde”, dice un comunicado de la diócesis de Ekiti.
“El lugar donde fue secuestrado el sacerdote se encuentra entre Itaji-Ekiti e Ijelu-Ekiti, en el área de gobierno local de Oye, a unos cuatro kilómetros de la parroquia”, añadió.
ANTECEDENTES
En junio del año pasado, 50 personas, entre ellas varios niños, fueron asesinadas en una iglesia católica ubicada al sur de país, en la ciudad de Owo.
En aquel entonces un grupo de cinco hombres armados ingresó a la parroquia, secuestró al sacerdote y comenzó a disparar a diferentes personas. Luego, los atacantes hicieron detonar un explosivo dentro del lugar y comenzaron un tiroteo hacia las personas que se encontraban en los alrededores.
En julio, el padre John Mark Chietnum fue asesinado después de haber sido secuestrado en el estado noroccidental de Kaduna.
Los nigerianos votarán a un nuevo presidente el próximo 25 de febrero, pero los secuestros para pedir rescates y los asesinatos cometidos por bandas armadas en el norte del país han hecho temer que los comicios no puedan celebrarse en algunas zonas, informa el sitio web Vida Nueva Digital.