Moscú y Washington han vuelto a chocar en un nuevo intento de frenar la guerra en Ucrania. La esperada llamada telefónica entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, se extendió por casi tres horas, según confirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El objetivo de Trump era persuadir a Putin de aceptar un alto el fuego de 30 días, pero hasta el momento no ha habido confirmaciones oficiales sobre un acuerdo. Antes de que la llamada finalizara, la Casa Blanca adelantó que “estaba yendo bien”, mientras que el Kremlin destacó que los líderes discutieron desde la normalización de relaciones hasta el conflicto en Ucrania.
Putin y Trump lograron un principio de acuerdo sobre Ucrania, aunque sin un alto el fuego total. Rusia considera un cese de ataques a infraestructura energética por 30 días y el intercambio de 350 prisioneros. Putin exige el fin de la ayuda militar y de inteligencia a Ucrania. La Casa Blanca confirmó que las negociaciones iniciarán en Oriente Próximo.
Entretanto, desde India, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, dejó claro que su país busca una paz integral y duradera, aunque sin ceder en sus principios. “La soberanía de Ucrania no es negociable”, sentenció, dejando en claro que Kiev no reconocerá ninguna anexión rusa ni permitirá interferencias externas en sus decisiones geopolíticas.
Las recientes conversaciones entre Ucrania y Estados Unidos en Yeda parecen haber abierto una puerta hacia un posible fin de la guerra este mismo año, pero la postura firme de Kiev y la incertidumbre sobre la disposición de Moscú a ceder complican el panorama.