El régimen cubano volvió a mostrar su mano dura y censuradora. Dos jóvenes, Félix Daniel Pérez Ruiz y Cristhian de Jesús Peña Aguilera, fueron condenados a cinco y cuatro años de prisión, respectivamente, por publicaciones en Facebook que el gobierno consideró “propaganda contra el orden constitucional”.
Condenados por opinar en redes sociales
Según informó el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), Félix Pérez Ruiz, de 24 años, escribió en Facebook que estaba “harto del gobierno cubano” y llamó a organizar una manifestación en el parque Vicente García, en Las Tunas. Su amigo Cristhian Peña Aguilera, de 22 años, compartió la publicación, amplificando el mensaje. Esto fue suficiente para que ambos terminaran en prisión, acusados de atentar contra el sistema político cubano.
El tribunal, presidido por los jueces Yoendris Rosabal Jerez, Angélica Maurelo Carbonel y Eilen Labrada Núñez, no tuvo reparos en sentenciarlos. Según el régimen, la manifestación no llegó a realizarse porque los órganos del Ministerio del Interior actuaron rápidamente.
“Condenamos enérgicamente las sanciones de cárcel contra ciudadanos que ejercen sus derechos de expresión libremente en las redes sociales. El régimen cubano ni siquiera esconde que penaliza con prisión las opiniones libres y continúa a la caza de cualquier disenso”, expresó el OCDH en un comunicado.
La violencia en las cárceles: otro capítulo oscuro
Mientras el régimen castiga la disidencia con cárcel, dentro de los penales se vive un infierno aún más aterrador. En la prisión de Kilo 8, en Camagüey, Ulises Rodríguez Machado, un recluso de 73 años, murió tras una brutal golpiza que, según denuncias, fue propinada por el oficial Daniel Primeyes, conocido por su historial de abusos.
Fuentes del sistema penitenciario revelaron que Rodríguez Machado fue trasladado en estado crítico, aunque no se sabe si llegó al hospital de la cárcel o a la sala de penados del Hospital Amalia Simoni. La familia de la víctima confirmó el crimen pero, temerosa de represalias, evitó hacer declaraciones públicas.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos denunció que el director de la prisión, Juan Miguel Sánchez Duarte, intentó encubrir los hechos, una práctica común en las cárceles cubanas. Este encubrimiento protege a figuras como Primeyes, quien ya ha sido señalado en múltiples ocasiones por agresiones brutales.
Un régimen que persigue y reprime
Los casos de Pérez Ruiz, Peña Aguilera y Rodríguez Machado son un reflejo del sistema represivo que impera en Cuba. Mientras el gobierno de Miguel Díaz-Canel insiste en controlar cualquier atisbo de disidencia, las cárceles del país operan como auténticos centros de tortura.
A nivel internacional, organizaciones como el OCDH y otras entidades de derechos humanos exigen justicia y transparencia. Sin embargo, en la isla, el silencio y el miedo siguen siendo las únicas respuestas que el régimen ofrece a sus ciudadanos.
Cuba sigue viviendo una realidad donde opinar en redes sociales puede llevarte a la cárcel y denunciar la violencia del sistema puede costarte la vida.