El primer ministro británico Boris Johnson, que lleva cuatro días hospitalizado con coronavirus, salió el jueves de la unidad de cuidados intensivos y proseguirá su recuperación en el hospital St Thomas de Londres.
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Un portavoz de Downing Street, su despacho oficial, subrayó que el jefe de Gobierno mantiene un “ánimo extremadamente bueno” y continuará siendo “monitorizado de cerca” por los médicos.
Johnson, de 55 años, ha pasado tres noches en la unidad de críticos, a donde fue trasladado el lunes, un día después de su ingreso con síntomas “persistentes” del nuevo coronavirus.
Su portavoz oficial detalló que se encuentra en la “fase temprana de su recuperación”, después de haber confirmado esta mañana que su salud continuaba mejorando.
El primer ministro, que ha recibido tratamiento con oxígeno pero no ha llegado a requerir ventilación mecánica, comenzó el miércoles a incorporarse en la cama e “interactuar” con su equipo médico, lo que incrementó el optimismo sobre su estado.
Johnson, que dio positivo por COVID-19 el pasado 27 de marzo, ha dejado temporalmente las riendas del Gobierno en manos de su ministro de Exteriores, Dominic Raab.
Él fue quien se encargó esta tarde de comunicar en una rueda de prensa en Downing Street que en la última jornada han aumentado en 881 los fallecidos por el coronavirus registrados en hospitales del Reino Unido, hasta 7.978.
El titular de Exteriores recalcó que todavía no se atisba el pico de la epidemia en el país, por lo que se alargarán las medidas de confinamiento más allá del próximo lunes, cuando termina el periodo de tres semanas inicial decretado por el Ejecutivo, reseña AFP.
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¿Qué es el coronavirus?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).
El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.
Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.
Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.