En un suceso que remite a la memoria colectiva de un pasado doloroso, la policía de Múnich intercambió disparos con un hombre armado, cerca del consulado israelí. El individuo, identificado como un joven de 18 años de origen austriaco, fue herido de muerte tras disparar contra los agentes. El hecho ocurrió cerca de Karolinenplatz, en una zona cercana a un museo que rememora la historia de la ciudad durante la era nazi.
Las autoridades creen que el joven planeaba un ataque en el marco del aniversario de la masacre de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, aunque su motivo exacto aún es objeto de investigación. El sospechoso portaba una vieja pistola larga con una bayoneta acoplada y abandonó su coche cerca del lugar del ataque.
La rápida respuesta policial movilizó a 500 agentes, quienes aseguraron el área y evitaron que hubiera más víctimas. Afortunadamente, no hubo heridos entre los transeúntes ni entre los cinco agentes que participaron en el intercambio de disparos. Aún se desconoce el trasfondo del atacante y las autoridades no han revelado más detalles sobre su residencia en Austria o posibles vínculos con grupos extremistas.
Este incidente revive recuerdos de una tragedia ocurrida hace más de cinco décadas, cuando un grupo terrorista palestino tomó como rehenes a miembros del equipo olímpico israelí, resultando en la muerte de 11 atletas.