El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, renovó este viernes la cúpula militar y policial del país e instruyó a la nueva línea de mando para que la política a seguir sea la de “cero corrupción y cero violaciones a los derechos humanos”, bajo el enfoque de paz que ha regido sus primeras acciones en el poder.
Según el mandatario, el general Helder Fernando Giraldo Bonilla será el nuevo comandante de las Fuerzas Militares; el del Ejército, el general Luis Mauricio Ospina; de la Armada, el vicealmirante Francisco Hernando Cubides, y de la Fuerza Aérea, el general Luis Carlos Córdoba.
El presidente añadió que el nuevo director de la Policía Nacional será el general Henry Armando Sanabria.
En un discurso con claros aires de renovación y alejado del tono militarista del Gobierno de su antecesor, Iván Duque, en el que hizo énfasis en la paz y la seguridad ciudadana, Petro marcó una nueva etapa dentro de las Fuerzas Militares, que jugarán un papel clave en su plan de Gobierno en el que se ha propuesto dejar atrás el conflicto que arrastra el país.
Una de las principales preocupaciones que levantó la victoria de Petro en las urnas, al convertirse en el primer mandatario de izquierdas en llegar a la Casa de Nariño, fue la relación que mantendría con el estamento militar, tanto por su pasado guerrillero del M-19 como por su discurso crítico con las Fuerzas Armadas y de Policía en su carrera política durante los años más crudos del conflicto armado y en las protestas sociales.
Para nombrar la nueva cúpula, Petro y su ministro de Defensa, Iván Velásquez, hicieron un estudio para asegurarse de que ninguno de los nombrados tuviera investigaciones de alguna índole.
SEGURIDAD HUMANA
“Pasar a la estrategia de la seguridad humana donde cuidar la vida, los derechos y las libertades de las gentes sea lo fundamental” fue la finalidad que guió los nombramientos de los altos cargos militares y de la Policía.
Una nueva etapa de la fuerza pública que buscará “garantizar la paz, la disminución de la violencia y de la criminalidad, garantizar el incremento sustancial del respeto a los derechos humanos y a las libertades ciudadanas”, adelantó el presidente, investido el pasado domingo.
De esta manera, las Fuerzas Militares y la Policía quedan, bajo el nuevo mandato, “a disposición de la sociedad colombiana, a disposición de la paz y de los derechos de toda la ciudadanía”.
El enfoque de lucha contra las violaciones de derechos humanos y de paz contrasta con las polémicas en las que se ha visto involucrada la cúpula saliente, duramente criticada en los últimos años por controvertidas operaciones y actuaciones, incluidos posibles casos de “falsos positivos”, que habían quedado atrás en el país con la firma de la paz con las FARC.
IGUALDAD Y PROFESIONALIZACIÓN
En el anuncio de los nombramientos, el mandatario destacó también la igualdad con la que se regirá esta nueva etapa en Colombia, algo que ejemplificó con el nombramiento de la brigadier general Yackeline Navarro Ordóñez como subdirectora de la Policía.
Navarro es la segunda mujer en “llegar a estas alturas”, y “ojalá pueda mostrar que este mundo dejó de ser de hombres y empieza a tener una presencia con poder de la mujer, mujer que en la fuerza pública tiene que ser absolutamente respetada y valorada”, agregó el presidente.
Además de la igualdad, el jefe del Estado colombiano enfatizó que bajo su mandato se buscará “desarrollar las capacidades industriales y tecnológicas de la fuerza pública”, así como su profesionalización.
“Aquí no miramos pensamientos políticos ni nada por el estilo, nos interesa que esta fuerza pública sea profesional en todo el sentido de la palabra, que pueda valorar sus hombres y mujeres de base”, y que tenga una directriz de “cero corrupción y cero violación de derechos fundamentales”, concluyó el mandatario, que estuvo acompañado por el ministro de Defensa y por los recién nombrados altos cargos. EFE