El estado de salud del papa Francisco ha experimentado un deterioro significativo tras una larga crisis respiratoria asmática por la mañana, según informó el Vaticano este sábado. A sus 88 años, el pontífice ha estado hospitalizado durante una semana en el hospital Gemelli de Roma debido a una infección pulmonar compleja.
El Papa sufrió una prolongada crisis respiratoria asmática que requirió altos flujos de oxígeno para estabilizar su condición. Además, se le han administrado transfusiones de sangre después de que las pruebas revelaran anemia asociada con su condición actual.
El comunicado oficial del Vaticano indica que “el estado del Santo Padre sigue siendo crítico y no está fuera de peligro”.
Se espera que el Papa permanezca hospitalizado al menos durante toda la próxima semana. Su equipo médico continuará monitoreando su progreso mientras recibe tratamiento intensivo para abordar tanto la infección pulmonar como los síntomas asociados.
La Santa Sede ha expresado gratitud por las oraciones recibidas por parte del público y pide seguir rezando por la recuperación del Santo Padre.
🇻🇦 | El Papa Francisco recibió una transfusión de sangre y está "sufriendo más que ayer", según el Vaticano. pic.twitter.com/rZpaHSZyJn
— Alerta Mundial (@AlertaMundoNews) February 22, 2025