“No puedo respirar”. Aquella frase que repitiera varias veces el afroamericano George Floyd mientras el policía de la ciudad de Minneapolis, Derek Chauvin le mantenía una rodilla sobre su cuello durante un arresto el pasado 25 de mayo sigue retumbando en la mente de muchas personas.
Y es que el aparente exceso de fuerza policial utilizado por Chauvin no solo terminó causándole la muerte a Floyd, de 46 años. También dio pie para que miles de personas a nivel mundial alzaran de diversas maneras su voz de protesta contra el racismo y de paso reabrió viejas heridas sobre aquellos que han vivido situaciones similares.
Uno de esos casos en donde se habla de abuso policial que ha cobrado mayor notoriedad con lo sucedido a Floyd es el del también ‘negro’, Javier Antonio Ambler, un muchacho hijo de panameños que murió el 28 de marzo del 2019 a la edad de 40 años.
Según informes de varios medios estadounidense, el suceso de Ambler ocurrió en el condado de Williamson, Texas. Él fue perseguido por la policía durante 22 minutos tras cometer una supuesta infracción de tránsito.
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Tras estrellar su camioneta Honda Pilot, los agentes policiales le habrían disparado al menos cuatro descargas eléctricas con una pistola taser a Ambler, aún cuando este había advertido que tenía problemas cardíacos y también dijo al menos unas cuatro veces: ‘No puedo respirar’.
“No me resisto”, se le puede escuchar decir a Ambler en un video que grabó lo ocurrido. “Señor, no puedo respirar... Por favor... Por favor". Aún así, los agentes continuaban gritándole que pusiera los brazos en la espalda.
NO QUIEREN COOPERAR
Según una nota aparecida la noche del viernes en el portal Menafn - Newsroom Panama, la oficina del fiscal de distrito está acusando a la ofician del Sheriff de no querer cooperar con las investigaciones.
“Lo que debería haber sido una infracción de tránsito de rutina terminó con la muerte de Ambler”, señaló la fiscal Margaret Moore según la página web.
“Los resultados iniciales muestran que Javier les contó a los oficiales sobre su defecto cardíaco y que no se resistía al arresto” agregó Moore.
HABLA SUS PADRE
Mientras tanto, los padres de hombre, Javier quien fue miembro del ejército de Estados Unidos y su esposa Maritza, ambos panameños de nacimiento siguen esperando justicia para lo sucedido con su hijo quien incluso tuvo la oportunidad de estudiar en la Escuela Secundaria de Balboa de 1987 a 1990 mientras su progenitor estuvo estacionado aquí en Panamá.
Según el señor Javier, su fallecido hijo trabajaba de manera independiente como proveedor de alimentos. Agregó que además era un buen cocinero.
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“Su pasión siempre fueron las habilidades culinarias”, dijo el padre a Killen Daily Herald.
“Era mi mejor amigo”, dijo. “Cuando tuve que ir a lugares que me envió el Ejército, él sabía lo que tenía que hacer”, agregó el señor. “Perdí a mi hijo. Perdí mi mejor amigo. Ese es mi chico. Lo amo, lo extraño y lloro todos los días”, agregó.
ORGANIZAN VIGILIA
Para este domingo 14 de junio, la organización Let’s Move fundada por Jonathan Hildner y Reshard Hicks han organizado una vigilia a la luz de las velas en honor a Ambler. La misma tendrá lugar en el Lions Club Park de la ciudad de Killeen.
“Sabes, será por alguien cuyas últimas palabras fueron ‘No puedo respirar’, al igual que otros hombres afroamericanos que hemos perdido en el pasado”, explicó Hildner.
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El padre agregó que todos los agentes policiales debieran rendir cuentas.
“Si los oficiales no cumplen con los procedimientos, entonces deben ser separados de la institución y dejar que encuentren algo más. No esperes (hasta) que maten a alguien”, recalcó.