SpaceX informó que su nave espacial Starship explotó durante su séptimo vuelo de prueba, que despegó el 16 de enero desde Texas. El cohete Super Heavy, de 71 metros, encendió 33 motores y logró un despegue exitoso, pero la etapa superior experimentó una falla catastrófica aproximadamente ocho minutos después del lanzamiento, resultando en su destrucción. El vuelo tenía como objetivo rodear la Tierra y desplegar simuladores de satélites, pero tras una separación exitosa del propulsor, la Starship comenzó a perder motores uno a uno. SpaceX confirmó que la nave sufrió un “desmontaje rápido no programado”, un eufemismo para referirse a una explosión inesperada. Elon Musk sugirió que una fuga de combustible podría haber sido la causa de la falla.
La Starship se desintegró bastante tarde en su trayectoria de vuelo, unos ocho minutos después del despegue. Ya había ascendido 146 kilómetros en altitud y viajaba a 21.317 kilómetros por hora, según los últimos datos de telemetría compartidos por SpaceX. Las redes sociales compartieron fotos y videos que, según los usuarios, capturan el momento en que Starship explotó sobre el Caribe.
La Administración Federal de Aviación (FAA) está investigando el incidente, que obligó a desviar aeronaves en el área debido a la caída de escombros.
A pesar del revés, SpaceX destacó que el aprendizaje obtenido de este vuelo será fundamental para mejorar la fiabilidad de futuros lanzamientos.