El narcotraficante Oscar Nava Valencia, alias El Lobo Valencia, incriminó este lunes en un tribunal de Estados Unidos al exsecretario de Seguridad Pública mexicana Genaro García Luna, a quien supuestamente entregó más de diez millones de dólares del tráfico de drogas a cambio de seguridad e información para combatir a bandas rivales.
El Lobo Valencia, testigo colaborador de la Fiscalía, que se identificó como miembro y más tarde líder del cártel del Milenio, aseguró se reunió en dos ocasiones con García Luna, que hoy volvió a presentarse en el juicio con su traje oscuro, animoso y dicharachero.
El narco, que por su parte compareció vestido con uniforme amarillo de presidiario, fue condenado a 13 años de prisión en Estados Unidos por tráfico de cocaína y tiene previsto recuperar la libertad en marzo de 2025, de acuerdo con su testimonio en la sala del Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York.
Este es el segundo testigo presentado por la Fiscalía que asegura haber sobornado directamente a García Luna, después de que la semana pasada el también narco “El Grande” asegurara que el cártel de Sinaloa pagaba mensualmente una cantidad a García Luna, que empezó en 1,5 millones y acabó en 3 millones.
Dinero que, según explicó entonces El Grande, se recolectaba entre los distintos clanes que conformaban el cártel de Sinaloa.
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En este sentido, el Lobo Valencia confirmó que había contribuido en 2006 con 2,5 millones de dólares a una colecta realizada entre los narcotraficantes sinaolenses para sobornar al exsecretario de Seguridad Pública.
“Me dijeron que íbamos a hacer una colecta entre todos. Que íbamos a tener un arreglo más grande y más seguridad para todos”, dijo El Lobo Valencia, que en un momento del interrogatorio reconoció haber ordenado la muerte de “más de cien personas”.
El testimonio del Lobo Valencia coincide básicamente con lo expresado la pasada semana por otro testigo de la Fiscalía, el también narco mexicano Sergio Villarreal Barragán, alias “el Grande”, que aseguró que se reunió “en varias ocasiones (con García Luna) para pagarle sobornos de parte del cartel de Sinaloa”.
El Grande, el primer testigo de la Fiscalía, declaró el pasado lunes ante los miembros del tribunal que “con la ayuda del Gobierno (mexicano) el cartel creció en términos de territorio” e insistió en que también gracias a la ayuda de García Luna el grupo que era dirigido por el capo Joaquín “el Chapo” Guzmán pudo aumentar la importación de cocaína a México y deshacerse de grupos rivales.
Ante el testimonio de El Grande, la estrategia de la defensa consistió en desacreditarla incidiendo en el pasado criminal del narco, y concretamente sobre su participación en tiroteos, secuestros y asesinatos tanto cuando trabajó para el cártel de los Juárez como cuando a partir de 2001 entró a formar parte del cartel de Sinaloa.
Además, la defensa insistió en un detalle que puede ser fundamental en el proceso, al alegar que no hay “dinero, ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos, ni pruebas” de las acusaciones.
El juicio ha despertado gran interés en México, y el presidente Andrés Manuel López Obrador lo calificó de “vergonzoso” por lo que revelaban los testimonios escuchados.
“Al mismo tiempo que (García Luna) se encargaba de la seguridad pública, protegía a uno de los cárteles o uno de los grupos de la delincuencia organizada, estaba al servicio de un grupo de la delincuencia organizada y recibía dinero por eso”, enunció la pasada semana en una rueda de prensa.