Christina Stokes, una mujer de 45 años, fue arrestada en Edmond, Oklahoma, tras ser identificada como la presunta responsable de producir y compartir videos en los que abusaba sexualmente de su perro Gran Danés. La investigación se inició en septiembre de 2024, cuando la policía recibió un reporte sobre un video de 15 minutos en un sitio pornográfico. En el video, Stokes aparecía interactuando de manera explícita con el perro, lo que llevó a las autoridades a considerar el caso como una prioridad debido a la naturaleza del delito y la posibilidad de más víctimas.
Un elemento clave para su identificación fue un tatuaje rojo visible en los videos, que permitió rastrear su perfil de Facebook, donde se encontraron imágenes del mismo perro. Durante una orden de cateo en su hogar el 27 de febrero de 2025, se hallaron objetos coincidentes con los del video y dispositivos electrónicos que podrían contener más evidencia. Aunque inicialmente negó las acusaciones, su respuesta cambió durante el interrogatorio, sugiriendo una posible admisión implícita.
Stokes enfrenta múltiples cargos, incluyendo crueldad animal y distribución de material obsceno. Las leyes en Oklahoma son severas en estos casos, y este incidente podría sentar un precedente sobre la aplicación de normativas relacionadas con contenido explícito en plataformas digitales. La investigación sigue abierta para determinar si hubo más involucrados en la producción del material.