Un ataque aéreo israelí en el sur de Líbano, ocurrido en la madrugada del viernes, resultó en la muerte de tres periodistas que se encontraban durmiendo en un complejo que albergaba a trabajadores de medios de comunicación. Entre los fallecidos están Ghassan Najjar y Mohammad Reda, quienes trabajaban para el canal pro-Hezbollah Al Mayadeen, y Wissam Qassim, de Al Manar TV. Este ataque es parte de una escalada en la ofensiva israelí contra Hizbulá desde septiembre, que busca hacer retroceder al grupo armado de la frontera libanesa y permitir el regreso de aproximadamente 60 mil desplazados por el conflicto.
Los medios libaneses informaron que el ataque dejó también varios heridos y mostró imágenes del lugar devastado, con cabañas destruidas y vehículos de prensa dañados. Funcionarios libaneses denunciaron el ataque como un intento deliberado de silenciar a los periodistas en la región. El ministro de Información libanés, Ziad Makary, expresó que Israel esperó a que los periodistas estuvieran descansando para llevar a cabo el ataque, considerándolo un acto de traición.
Imran Khan, corresponsal de Al Jazeera presente en el lugar, relató que el ataque ocurrió sin previo aviso mientras los periodistas dormían. Otros testigos describieron una escena caótica tras la explosión, con colegas ayudando a rescatar a los heridos. Este incidente se suma a un preocupante patrón de ataques contra periodistas en la región; un informe reciente del Comité para la Protección de los Periodistas indicó que al menos 128 periodistas han sido asesinados en Gaza y Líbano desde el inicio del conflicto.
La muerte de estos periodistas ha suscitado condenas internacionales y protestas por parte de grupos defensores de la libertad de prensa. A pesar de las críticas, Israel ha afirmado que no ataca deliberadamente a los medios y ha acusado a algunos periodistas de estar vinculados a grupos militantes.
