Un recién nacido ha muerto en Los Ángeles, Estados Unidos, tras ser supuestamente arrojado por la ventana de un baño en un cuarto piso del barrio de Skid Row. El bebé fue encontrado en un callejón cercano a un edificio en la manzana 500 de la calle San Pedro alrededor de las 5:30 a.m. El personal del Departamento de Bomberos llegó al lugar después de que transeúntes intentaran reanimar al infante, pero fue declarado muerto al poco tiempo.
Los investigadores creen que el bebé cayó tras el nacimiento, y coincidentemente, una mujer fue llevada al hospital debido a sangrado en el área púbica. La policía localizó a esta mujer en el hospital, donde fue detenida y luego liberada mientras continúan las investigaciones.
La ley de California permite que los padres entreguen a sus recién nacidos menores de 72 horas en hospitales o estaciones de bomberos designadas sin enfrentar penalizaciones por abandono, lo que subraya la gravedad del incidente.