Mauricio Funes, el primer presidente de izquierda de El Salvador, falleció el martes a los 65 años en Nicaragua, donde vivió en exilio desde 2016 tras ser acusado de corrupción. Su muerte fue confirmada por el Ministerio de Salud nicaragüense, que indicó que ocurrió a las 21:35 horas locales debido a una “grave dolencia crónica”.
Funes llegó al poder en 2009 como candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), poniendo fin a dos décadas de gobiernos de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Durante su mandato, implementó programas sociales y pidió perdón por las violaciones de derechos humanos durante la guerra civil salvadoreña. Sin embargo, su administración estuvo marcada por acusaciones de corrupción, incluyendo la malversación de 351 millones de dólares. En 2023, fue condenado en ausencia a 14 años de prisión por su implicación en negociaciones con pandillas.
Funes huyó a Nicaragua en 2016, donde recibió asilo político y posteriormente la nacionalidad nicaragüense, lo que le protegió de ser extraditado a El Salvador. A pesar de sus condenas, nunca cumplió prisión debido a su estatus en Nicaragua.
Su legado es controvertido; mientras algunos lo ven como un líder que promovió el bienestar social, otros lo critican por su vinculación con la corrupción y el crimen organizado.