Cientos de miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades de Francia para protestar contra la reforma de pensiones impulsada por el Gobierno y que plantea, entre otras medidas, elevar la edad de jubilación a los 64 años, en una jornada de huelga que no ha provocado parálisis pero sí se ha dejado notar en sectores clave como el transporte o la educación.
En París, donde ha tenido lugar la concentración más multitudinaria, se han reunido unas 400.000 personas, según fuentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) citadas por la cadena BFM TV. No en vano, por primera vez en la era de Emmanuel Macron, la movilización contaba con el respaldo explícito de todos los grandes sindicatos.
La Prefectura de la Policía ha confirmado al menos 30 detenidos durante la marcha en la capital, que se ha visto salpicada por algunos enfrentamientos, según Franceinfo. Parte de los manifestantes han lanzado objetos contra los agentes, que han respondido con gases lacrimógenos.
En todo el país, había convocadas más de 200 concentraciones, con la afluencia de unas 30.000 personas en Tolouse, de 26.000 en Marsella, de 23.000 en y de 20.000 en Perpiñán, entre otras localidades. En Lyon, las autoridades también han realizado 17 arrestos.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido desde Barcelona, al término de una cumbre con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que las movilizaciones discurrieran “sin excesos ni violencia”, después de reconocer como “legítimo” el derecho de miles de personas manifestarse contra la reforma.
Si no hay cambios, el texto llegará a la mesa del Consejo de Ministros el próximo lunes, 23 de enero. La reforma plantea un escenario gradual, de tal forma que la edad legal de jubilación haya pasado de los 62 años actuales a los 64 en 2030, mientras que la revisión del periodo de cotización se aplicará a partir de 2027.
Macron ha defendido que Francia va con “retraso” en este tema en comparación con el resto de Europa y ha subrayado que la reforma es “justa y responsable”. También ha apuntado que todas las partes podrán expresarse y tratar de “enriquecer” el texto en la tramitación parlamentaria, que se prevé compleja.
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El excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, líder de la izquierda francesa, ha advertido desde Marsella de que Macron “no durará”, porque ha perdido la “batalla” de “convencer a la gente”.
La reforma, a su juicio, “no tiene sentido”. El malestar también ha calado en la ultraderecha. La principal rival de Macron en las elecciones de 2022, Marine Le Pen, ha abogado por “combatir” una reforma que considera “injusta y brutal”, como ha señalado en su cuenta de Twitter este jueves.
AMPLIO SEGUIMIENTO
La jornada ha arrancado con incidencias en el transporte público, aunque los medios galos han dado cuenta de poca afluencia por parte de viajeros que ya anticipaban lo que podía ocurrir.
El principal sindicato en la enseñanza secundaria, estima que no han acudido a trabajar el 65 por ciento de los profesores, aunque el Ministerio de Educación reduce el dato por debajo del 35 por ciento. En primaria, el Gobierno calcula en más del 42 por ciento el seguimiento del paro, según Franceinfo.
La red eléctrica estatal ha confirmado una reducción en la producción eléctrica como consecuencia de los paros, mientras que en las refinerías de TotalEnergies, el nivel de apoyo oscila entre el 70 y el 100 por cien, según la CGT.