Gladis Giovana Cruz Hernández y Mario Alberto Reyes Nájera, presuntos asesinos de Fátima, la niña mexicana cuya muerte ha sacudido a México, revelaron nuevos detalles sobre las razones que los llevaron a cometer el crimen.
Ante las autoridades, la mujer confesó que secuestró a la niña cuando esperaba a ser recogida por su madre al salir de clases. Las razones que dio fueron sorpresivas para la Policía mexicana, que no sale del asombro por la frialdad con la que se cometió el asesinato de la pequeña.
Cruz Hernández afirmó que raptó a la niña porque su esposo, Reyes Najera, le había pedido “una novia joven”, que le durara por mucho tiempo. Antes, según contó la mujer, su pareja había amenazado con abusarla a ella y a sus dos hijas, así lo reseña El Universal.
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La mujer aseguró que, por temor, le llevó a Fátima, pues se acordó que su familia no le prestaba mucha atención a la menor.
Cruz Hernández contó que le entregó la niña a su esposo, con quien, poco después, cometieron el asesinato de la menor.
La mujer añadió que fue ella quien le quitó la vida a Fátima de 7 años con una correa que su esposo le consiguió.
Al darse cuenta de que las autoridades los buscaban, decidieron escapar, no sin antes lanzar el cuerpo de la menor al terreno baldío donde fue encontrada.
La fiscal Ernestina Godoy confirmó que, de acuerdo con la necropsia, la pequeña sufrió abuso sexual y golpes antes de morir.
Fátima Aldrighett, de 7 años, desapareció el 11 de febrero cuando esperaba a ser recogida por su madre al salir de clases, en la alcaldía Xochimilco del sur de Ciudad de México.
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Días después, el sábado 15, su cuerpo sin vida apareció con huellas de violación y tortura dentro de un costal envuelto con una bolsa de plástico, a menos de 5 km de su escuela.