De la mano del proceso de certificación de los votos del Colegio Electoral ante el Congreso de los Estados Unidos de América, producto de la elección de Joe Biden como nuevo presidente con la cantidad de votos electorales requeridos de acuerdo a la normativa vigente estadounidense, el presidente Donald Trump convoca a una manifestación “pacífica” a sus seguidores.
Todo ello con el fin de presionar a los congresistas del Partido Republicano y a Mike Pence (su actual vicepresidente), quien actuaba por mandato legal como presidente de la Cámara Alta en ese acto, para que objetaran la certificación de los votos del Colegio Electoral.
¿INSURRECCIÓN?
Como es de conocimiento público, esta manifestación se transformó en un acto de vandalismo que se tomó el Capitolio, situación que ha sido calificada como un acto de “insurrección”.
Y es que, hasta el día de hoy, el presidente Trump se mantiene en su postura de que existió un fraude electoral en las elecciones celebradas el 3 de noviembre de 2020, donde se eligieron a los delegados estatales ante el Colegio Electoral, quienes a su vez votan por el presidente de Los Estados Unidos de América.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Estrictas medidas. Washington cerrará monumentos y revisará autos para toma de posesión de Biden
El supuesto fraude denunciado por el presidente Trump ha sido investigado por la Fiscalía General de Estados Unidos, distintas autoridades estatales electorales y ha sido sometido a la competencia de diversos tribunales de justicia en ese país, sin embargo, en ninguna dependencia de las señaladas ha prosperado la denuncia de fraude electoral.
Ante los reveses sufridos en última instancia en los tribunales de justicia, el mandatario estadounidense redobló su presencia en los medios de comunicación y redes sociales con la misma intención, la de desconocer la elección del 3 de noviembre, por fraude electoral y mantenerse en el poder.
RESTRICCIONES
Y es aquí donde se ha dado estos últimos días algo sin precedentes en la historia del país que se autoproclama que cuenta con la mejor democracia del mundo, siendo ello el cerco al gobernante por parte de los medios de comunicación y la limitación de acceso a las distintas redes sociales para hacer valer su legítimo derecho de libertad de expresión.
Al presidente Trump se le ha restringido el acceso a sus cuentas de Twitter, Facebook, Google, Spotify, Snapchat, Reddit, YouTube, entre otras. Todas las mencionadas aplicaciones de redes social han basado su decisión en que, las expresiones del presidente Trump incitan a la violencia y al odio y atentan contra la estabilidad, la paz y la integridad de Los Estados Unidos de América.
Es importante tener presente que la libertad de expresión es un derecho humano inalienable e irrenunciable que tiene cada persona para expresarse libremente, de manera escrita u oral, a través de cualquier mecanismo o medio de información.
Donald Trump, con sus aciertos y desaciertos, ha demostrado ser líder de una fuerza política antisistema que no gusta al establishment americano, por lo que parece ser que con este acto de bloquear su presencia en medios de comunicación y redes sociales lo que verdaderamente se busca es sacarlo del ajedrez político estadounidense y sepultarlo como una posible alternativa a la presidencia de los Estados Unidos de América para el año 2024.
El autor es abogado y magíster en Derecho Internacional