Lego ha presentado un plan ambicioso para aumentar el uso de plásticos renovables en la fabricación de sus bloques, con la meta de utilizar exclusivamente materiales reciclados para el año 2032. Durante la primera mitad de 2024, el 22% de los materiales utilizados en sus productos provino de fuentes renovables y recicladas, un aumento significativo respecto al 12% de 2023.
La compañía ha indicado que los costos adicionales de estos materiales no se trasladarán a los consumidores, ya que serán absorbidos por el Grupo Lego en su margen de ganancias. Para lograr esta transición, Lego está pagando hasta un 70% más por resina renovable certificada, lo que representa un desafío económico y técnico, dado que más del 90% del plástico fabricado en el mundo proviene de combustibles fósiles.
Lego ha probado más de 600 materiales diferentes en los últimos ocho años para desarrollar un nuevo componente que reemplace completamente el plástico de origen petrolero. A mediano plazo, la compañía se ha propuesto asegurar que más del 50% de la resina necesaria en 2026 esté certificada bajo el método de “balance de masa”, que permite rastrear materiales sostenibles a través de la cadena de suministro.
A pesar de los retos, otros fabricantes de juguetes también están adoptando medidas similares. Mattel planea utilizar solo plásticos reciclados o de base biológica para 2030, mientras que Hasbro ha comenzado a incluir materiales reciclados en algunos de sus productos.