El coronavirus ha llegado a varios países asiáticos y algunas partes de Europa, su contagio es algo inminente y aunque muchos científicos están tratando de dar con la cura, aún no han hecho.
El 99 % de los casos se han diagnosticado dentro de China, especialmente en Wuhan, donde se confirmó que se originó el virus. Por este motivo, millones de asiáticos han tomado previsiones para protegerse y evitar contagio.
La demanda de mascarillas (tapabocas) y la escasez de ellas, han obligado a que cada uno de estos hombres y mujeres tengan que improvisar todo tipo de protectores, así lo reseña La Patilla.
Distintos agencias noticia, han retratado las vivencias de cada uno de los ciudadanos de algunas localidades chinas que han tenido que que lograr un difícil esfuerzo de no ser contagiados.
Dos niños con protecciones faciales improvisadas a partir de botellas de plástico para protegerse del coronavirus se disponen a viajar junto a sus madres, este sábado en el aeropuerto de Cantón (China).
China logró batir el viernes el récord de enfermos curados del coronavirus causante de la neumonía de Wuhan y en solo un día 72 personas abandonaron el hospital, una cifra a la que se aferra para tranquilizar a una comunidad internacional dividida entre quienes cierran puertas y dan la mano ante el avance imparable de la enfermedad.
Un hombre usa una botella de agua de plástico con un recorte para cubrirse la cara, mientras camina por una pasarela en Hong Kong el 31 de enero de 2020, como medida preventiva después de un brote de virus que comenzó en la ciudad china de Wuhan.
Consumidores chinos con máscaras faciales en un supermercado en Beijing, China, el 02 de febrero de 2020. El brote del nuevo coronavirus ha cobrado hasta el momento al menos 300 vidas e infectado a más de 14,000 más, según informes de los medios.
Un pasajero usa gafas de natación y una máscara facial mientras espera dentro de la estación de tren de alta velocidad que conecta Hong Kong con China continental durante un día festivo en celebración del Año Nuevo Lunar en Hong Kong el 28 de enero de 2020.