En 2024, Japón registró un mínimo histórico de 720 mil 988 nacimientos, una caída del 5% respecto al año anterior, según datos del Ministerio de Salud. Esta es la novena disminución consecutiva y la cifra más baja desde que se iniciaron los registros en 1899.
La crisis demográfica se profundiza debido al envejecimiento de la población y la disminución de la fuerza laboral, lo que presiona al sistema de seguridad social. A pesar de las medidas gubernamentales, como subsidios para familias y programas de cuidado infantil, la tendencia no ha sido revertida.
Se espera que la tasa de natalidad para nacionales japoneses caiga por debajo de 700 mil por primera vez. Expertos sugieren que mejorar las perspectivas económicas y laborales es crucial para alentar a los jóvenes a formar familias.
La población de Japón se proyecta que disminuirá un 30% para 2070, con un aumento significativo en la proporción de personas mayores.