Un adolescente de 16 años en Brasil mató a sus padres adoptivos y a su hermana después de una discusión por su uso del teléfono móvil y problemas escolares.
El crimen ocurrió el 19 de mayo, cuando el joven usó una pistola de su padre, miembro de la Guardia Civil de Jundiaí. Tras el asesinato, confesó y se entregó a la policía.
Según el adolescente, sus padres lo insultaron y le quitaron el teléfono móvil durante una discusión el 16 de mayo, lo que lo llevó a planificar el asesinato.
El adolescente se habría sentido “muy frustrado” cuando sus padres le retiraron su teléfono móvil durante una discusión; entonces, el joven decidió buscar el arma de su padre y le disparó por la espalda, causándole la muerte.
Después se dirigió al piso superior de la casa y disparó a su hermana en la cara. Finalmente, esperó varias horas hasta que la madre llegó a la casa y le disparó también.
El joven permaneció en la vivienda con los tres cuerpos desde el viernes hasta la madrugada del lunes, cuando fue detenido por la policía y llevado a la comisaría.
En ese lapso de tiempo, acudió al gimnasio y fue a comprar a la panadería. El sábado 18 de mayo, aún “enojado”, acuchilló el cadáver de su madre.
El adolescente fue detenido por homicidio y femicidio, porte ilegal de arma de fuego y profanación de cadáver. Fue trasladado al centro de atención socioeducativa para adolescentes Fundação Casa.
(Con información de www.lavanguardia.com)